América Latina

11 noviembre, 2014

El gobierno mexicano continúa la búqueda de los 43 estudiantes

A pesar de que el viernes pasado el procurador general de la República, Jesús Murillo, difundió videos de los supuestos asesinos de los 43 estudiantes desaparecidos en septiembre, donde confesaban el crimen, esta semana anunció que prosigue la búsqueda de los normalistas en calidad de desaparecidos.

A pesar de que el viernes pasado el procurador general de la República, Jesús Murillo, difundió videos de los supuestos asesinos de los 43 estudiantes desaparecidos en septiembre, donde confesaban el crimen, esta semana anunció que prosigue la búsqueda de los normalistas en calidad de desaparecidos.

El 7 de noviembre, en conferencia de prensa, Murillo mostró videos en los que miembros del grupo narco Guerreros Unidos admiten el asesinato e incineración de los restos de los estudiantes de la escuela rural de Ayotzinapa. De acuerdo con los testimonios, los cadáveres de los normalistas fueron quemados desde la noche del 26 de septiembre (día en que fueron secuestrados) hasta horas de la tarde del 27 de septiembre.

Luego los restos fueron arrojados al río en bolsas de residuos y una de estas fue encontrada por efectivos federales. Según el fiscal el estado de los restos hace imposible la extracción del ADN en México, por lo que se enviaron a un laboratorio en Austria para comprobar si pertenecen o no a los estudiantes desaparecidos.

Rápidamente, ante esta información, medios de todo el mundo plantearon que el caso estaba resuelto. Sin embargo familiares, amigos y organizaciones que reclaman justicia, plantearon sus dudas al respecto. «México tiene miedo porque no sabe cuál es el límite entre el poder público y el crimen organizado», aseguró José Alcaraz, presidente del Consejo Estatal de Organizaciones de la Ciudad de México y participante de la movilización «43×43. Ni un desaparecido más».

La sospecha radica en la complicidad del poder político con el narcotráfico y en que esto no sea una maniobra para que la responsabilidad recaiga exclusivamente sobre Guerreros Unidos. La semana pasada fue detenido el ex alcalde de la ciudad de Iguala por sus vínculos con el narcotráfico y la desaparición de los 43 jóvenes.

Incluso la Conferencia del Episcopado de México (CEM) se pronunció al respecto y pidió llevar la investigación de la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, estado Guerrero, «hasta las últimas consecuencias». También lamentó que existan «nexos y complicidad de algunas autoridades con el crimen organizado».

Frente a la reacción de la sociedad mexicana, que se encuentra movilizada en todo el país desde la desaparición de los normalistas, el fiscal general Murillo anunció el día lunes que aunque tiene «fuerte indicios» de que los estudiantes fueron asesinados, no se cerrará ningún expediente pues «tengo la obligación de seguir buscando».

Por otra parte también informó que el laboratorio especializado en Austria, el cual analizó los restos que supuestamente corresponden a los estudiantes, indicó que «una rótula y un pedazo de un cuerpo son las únicas piezas con posibilidades de ser identificadas». Sin embargo no informó cuando estarán los resultados.

 

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