Batalla de Ideas

21 octubre, 2014

El Estado Islámico, el mejor aliado del complejo militar-industrial

Por Gonzalo Armua. ¿De dónde surge el Estado Islámico? ¿Qué relación tiene con el proyecto de Estados Unidos en Medio Oriente? ¿Por qué Turquía no interviene contra los yihadistas y sí contra los kurdos que los combaten? Algunas preguntas de un conflicto complejo.

Por Gonzalo Armua. Durante las ultimas semanas en la ciudad de Kobane -dentro de tierras kurdas- al norte de Siria, se desarrollo un cruenta batalla entre la resistencia de las milicias populares del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y las fuerzas islamistas del Estado Islámico. A dos kilómetros el ejército de Turquía (miembro de la OTAN) observaba pasivamente el avance del “nuevo enemigo mundial” al mismo tiempo que reprimía a los kurdos que querían cruzar la frontera para unirse a la resistencia.

Esta telaraña de intereses cruzados, de aliados y enemigos que cambian de un día a otro no pueden leerse sino como producto de la crisis sistémica del capitalismo a nivel mundial y de la estrategia imperialista yanqui a nivel local. En medio de la telaraña, la población inocente es la que aumenta la cifra de muertos y desplazados.

¿Que es el Estado Islámico?

La organización ultraislamista, que actualmente es conocida como Estado Islámico (EI), surgió como el brazo de Al Qaeda en Irak luego de la intervención estadounidense en 2003. Desde mediados del 2014, controla un territorio de más de 200 kilómetros cuadrados entre los Estados de Siria e Irak.

Luego de casi extinguirse, logro reciclarse durante la guerra civil en Siria iniciada en 2011, promocionada por el imperialismo para derrocar al gobierno de Bashar Al Assad. Allí el Islamic State of Siria and Irak (ISIS) comienza a acrecentar su poder. Esto se debe a que, por un lado, empieza a recibir armas a través de Turquía, sacadas de Libia por los servicios de inteligencia norteamericanos; y por el otro, a la llegada de miles de combatientes reclutados en Europa ya que casi la totalidad de los efectivos de ISIS no son pobladores locales sino que son mercenarios importados.

Territorio Estado IslámicoEn junio del 2014 el ISIS hace su entrada nuevamente a territorio iraquí, su líder al-Baghdadi corta los lazos con Al Qaeda al mismo tiempo que se adjudica la soberanía sobre Irak y Siria con el objetivo de expandirse por el resto del mundo árabe. De esta forma Baghdadi se autoproclama «Califa Ibrahim de todos los musulmanes» y la organización se rebautiza como EI, borrando la mención a Siria e Irak entre sus siglas.

En esta operación se apropian de la ciudad de Mosul en Irak, e incautan cantidades masivas de material militar estadounidense. Washington ni siquiera intento detenerlos. Como si fuera poco, en el banco de esta ciudad, la segunda mas importante de Irak, había casi 500 millones de dólares que quedaron en manos de los yihaidistas.

Hasta ese momento, ni EEUU ni la opinión publica mundial se hizo eco de lo que venia pasando. Al mismo tiempo que Israel bombardeaba Gaza el EI avanzaba 200 kilómetros en una semana y mataba mas de cinco mil cristianos generando que miles se exilien a través del desierto para no ser masacrados.

Recién el 19 de agosto, las potencias se mostraron preocupadas por la situación cuando través de un video de YouTube, un representante de EI decapitó al fotoperiodista estadounidense James Foley. En ese momento la organización islamista se convirtió en el nuevo mal del mundo.

A partir de allí, EEUU comenzó a mover su ingeniería diplomática y mediática para conformar una coalición internacional bajo el apoyo de la ONU para intervenir en la región contra el nuevo “rock star” del terrorismo mundial.

Cabe destacar es que el EI a diferencia de AL Qaeda, si tiene un anclaje geográfico-territorial lo que parece ser una característica central de esta nueva etapa de la “guerra contra el terrorismo”.

El proyecto imperialista en la región de Medio Oriente

Ante el discurso de “libertad y democracia” con que el imperialismo norteamericano justifica su accionar en Medio Oriente se puede contraponer el resultado de la intervención en Irak o lo sucedido en Libia y Egipto, países donde no solo no se han instalado regímenes democráticos liberales sino que el resultado es el opuesto: gobiernos autoritarios, desintegración y debilitamiento de los Estados-nación.

Mientras tanto los principales aliados fueron y son regímenes altamente autoritarios y teocráticos como Arabia Saudita, Qatar, Yemen y Jordania que no parecen haber sufrido “la primavera árabe”.

Ahora bien ¿por qué EEUU promocionaría a este tipo de organizaciones terroristas que parecen estar en su contra?, sencillamente porque el plan es “crear el diablo”, desestabilizar la región, provocar guerras regionales para después justificar una intervención, no solamente militar, sino también económica. De esta manera se crea una situación de “caos equilibrado” en el cual el único beneficiado es aparato militar estadounidense y el capitalismo multinacional.

El ex agente de inteligencia norteamericano, Edward Snowden, tildo a esta estrategia como “nido del Avispón”. Es decir, se crea un enemigo, se le da visibilidad y se lo concentra territorialmente en la zona a desestabilizar, que en este caso se encuentra justo en medio de China y Rusia, las otras dos potencias que le disputan a EEUU la hegemonía mundial y que buscan otro tipo de equilibrio en la región.

Crisis del capitalismo y el complejo militar-industrial

A nivel económico, una situación de “guerra eterna” permite mantener una demanda constante y por ende una salida beneficiosa para el complejo militar-industrial y todo el resto de la industria que depende de ella: la siderúrgica, la textil, la agroalimentaria y la petroquímica, que ingresan en este circulo no solo para los insumos necesarios en la guerra sino también a la hora de reconstruir las ciudades devastadas por las bombas.

Algunos datos son clarificadores: EEUU sostiene una red de inteligencia que cuenta con 1.271 organizaciones gubernamentales y 1.931 empresas privadas. A su vez, el sector de defensa mantiene seis millones de puestos de trabajo.

Desde el inicio de la gestión de Obama, las exportaciones de las empresas privadas armamentísticas han aumentado y están por encima del 15% anual, la mayor parte destinadas a países del sudeste asiático y Medio Oriente. Un ejemplo de esto es la venta en 2010 a Arabia Saudita de jets, helicópteros y misiles por el monto de 60.000 millones de dólares, la mayor venta de armas a un solo país en la historia de EEUU.

Esta nueva guerra contra el terrorismo no es otra cosa más que una de las caras del procesamiento de la crisis capitalista mundial a partir la destrucción, la balcanización y el caos creado para la reproducción del complejo industrial-miliar del imperialismo norteamericano.

Lo paradójico es que quienes realmente luchan contra el terrorismo son las guerrilleras y guerrilleros del PKK, organización considerada terrorista por EEUU y por su aliado de la OTAN en la región: Turquía. La causa del “terrorismo” de los kurdos se debe a que promueven la liberación de su pueblo desde el socialismo comunitario, la igualdad entre hombres y mujeres y su proyecto estratégico esta guiado por el “confederalismo democrático”. Frente a ellos se encuentra el nuevo juguete del imperialismo, el Estado Islámico y a sus espaldas la represión del Estado Turco.

 

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