23 septiembre, 2014
Expropiando al capital
Seré millones recrea la famosa expropiación al Banade que llevara adelante el ERP en 1972. En el documental dos de los protagonistas originales ayudan a un grupo de jóvenes actores a re-presentar el asalto y sus circunstancias. “Lo volveríamos a hacer”, siguen sosteniendo orgullosamente los perpetradores.

Seré millones recrea la famosa expropiación al Banade que llevara adelante el ERP en 1972. En el documental dos de los protagonistas originales ayudan a un grupo de jóvenes actores a re-presentar el asalto y sus circunstancias. “Lo volveríamos a hacer”, siguen sosteniendo orgullosamente los perpetradores.
Seré millones, el mayor golpe a las finanzas de una dictadura, el imprescindible film que recrea una de las “acciones” más famosas del PRT-ERP de los años 70, se debe al encuentro de tres directores con un largo recorrido en el cine documental político argentino. Por un lado Fernando Krichmar, director de Diablo, familia y propiedad (1999), y por otro Omar Neri y Mónica Simoncini, de Mascaró cine, responsables de la saga Gaviotas blindadas (2006, 2007 y 2008), extenso trabajo de investigación sobre la historia del PRT-ERP, y de Un arma cargada de futuro. La política cultural del PRT-ERP (2010). Neri y Krichmar también colaboraron como guionistas de De trapito a bachiller (2013).
El film, que en estos días recibió una mención especial del jurado en el 1° Festival Internacional de Caracas, se centra en el asalto al Banco Nacional de Desarrollo (Banade) del 29 de enero de 1972, en plena dictadura de Lanusse. La “expropiación”, como se solía llamar a este tipo de operaciones de organizaciones revolucionarias por aquellos años, fue un meticuloso y audaz golpe contra la casa central del banco, en pleno microcentro porteño.
Los realizadores contaron con los testimonios de Oscar “El gordo” Serrano y de Ángel “El turco” Abus, ambos ex militantes del PRT que en aquél momento se encontraban trabajando en la entidad bancaria, uno como sereno y otro como ascensorista, y que fueron piezas fundamentales para la planificación y ejecución del atraco que le reportó a la organización revolucionaria un botín de cerca 450 millones de pesos de la época (unos 10 millones de dólares), que fueron utilizados para financiar a organizaciones argentinas y latinoamericanas y llevar adelante diversas acciones, entre ellas la famosa fuga de decenas de militantes de distintas organizaciones del penal de Rawson, que culminaría con la tristemente célebre Masacre de Trelew del 22 de agosto de 1972.
Después del éxito inapelable del golpe, una provocación insoportable para el gobierno de facto de Lanusse que no pudo atrapar a los responsables, Serrano y Abus debieron exiliarse en Cuba. El primero decidió radicarse definitivamente en La Habana, donde es profesor de Bellas Artes, mientras que Abus retornó años después al país y hoy reside en el sur de la ciudad de Buenos Aires, donde colabora con diversas organizaciones sociales.
En la conferencia de prensa posterior al estreno de la película, Neri señaló que tanto Abus como Serrano siguen sintiéndose orgullosos de aquella acción (nombre clave: “Operación Las Chauchas”) y que reivindican el impacto que tuvo como iniciativa antidictatorial: “era una forma directa de golpear a la dictadura en su propia casa. Ellos destacan el golpe psicológico del asalto, ya que el Banade era el corazón financiero del gobierno e incluso ellos se daban créditos a sí mismos”. El Banade fue el banco de la dictadura, nacido en 1970 como continuación del peronista Banco de Crédito Industrial y disuelto en 1993, con deudas millonarias. Algunas de las empresas que se beneficiaron con créditos escandalosos que nunca saldaron fueron Massuh, Alpargatas, Celulosa Argentina, Pérez Companc, Alto Paraná, Acindar, Siderca, Astra y otras 50 empresas propiedad de una burguesía nacional que supo aprovechar sus aceitadas relaciones con los gobiernos de facto para no pagar sus deudas.
La película de Krichmar, Neri y Simoncini muestra, con humor y sin una pizca de esa solemnidad tan aburrida con la que se suelen abordar estos relatos de los 70, a los protagonistas originales ayudando a un elenco de jóvenes actores a recrear el asalto y su preparación. En un original entrelazamiento de documental y ficcionalización (en la que incluso es muy interesante ver el proceso de construcción de la ficción y las divergencias o coicidencias sobre los recuerdos) se van engarzando también otros materiales, tanto documentales de época como fragmentos cinematográficos (algunos minutos del Espartaco de Kubrick, de donde surge la famosa frase que da nombre al documental).
Seré millones, estrenada el pasado 4 de septiembre, seguirá en cartel en el cine Gaumont hasta el miércoles 1 de octubre y ya se encuentra en camino a convertirse en el documental argentino más visto del año, con más de 5000 espectadores. Para octubre están programadas dos funciones especiales en el MALBA, los jueves 16 y 23 a las 21.
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