22 septiembre, 2014
“El jueves Escocia fue soberana de las 7 de la mañana a las 10 de la noche”
Entrevista a Patrick O’ Hare, fiscal escocés durante el referéndum por la independencia donde triunfó el No. El análisis de los resultados y lo que se viene.

Tras el referéndum por la independencia de Escocia donde triunfó el No, en L’Ombelico del Mondo, programa internacional de Radionauta FM, entrevistaron a Patrick O’ Hare, fiscal escocés durante el referéndum, que analizó los resultados.
– ¿Qué impresión te dejó el referéndum? ¿Qué opinión te llevás del resultado?
– Obviamente tenemos una sensación, un sentimiento muy agridulce. La tristeza ahora del resultado. Pero hay que tomar en cuenta lo que fue toda la campaña y lo que hemos construido.
Para contar algunos antecedentes, históricamente un tercio de la población escocesa ha apoyado la independencia en los últimos 40, 50 años. Entonces, el resultado nos dio un porcentaje de 45% a favor de la independencia. Durante la campaña algunas encuestas habían dado números más favorables. Entonces un resultado de la campaña ha sido un crecimiento del apoyo hacia el Sí. Por desgracia no fue suficiente.
Otro punto ha sido la campaña. En todas las comunidades, la gente estaba hablando de política. La gente fue soberana el jueves desde las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche. Pudimos decidir sobre nuestra política y nuestro destino. Algo que en el día a día no lo somos. No tenemos ese control, ese poder, porque hay un gobierno conservador que gobierna muchos aspectos de nuestra vida a pesar de que no lo votamos.
Creo que esos son algunos de los puntos a tomar en cuenta de la campaña.
– David Cameron había dicho que, más allá de ganar el sí o no, su intención era dar mayor autonomía a Escocia, ¿esto de alguna manera es un premio consuelo o no alcanza?
– Los sondeos y las encuestas mostraban que la opción que preferían los escoceses era algo que se llama acá “Devomax”, devolución máxima. Lo que sería no romper completamente con el Reino Unido pero sí que todos los poderes que no tenemos hoy en el Parlamento escocés sean traspasados.
Entonces algunos planteaban, incluso Alex Salmond, esa opción. Pero el gobierno conservador de David Cameron dijo que no, que quería un resultado claro del sí o no a la independencia. Esto suponiendo obviamente que iba a ganar el No.
Pero cuando se dio una encuesta que dio el 51% al Sí, todo el establishment (que estuvo dormido durante la campaña que duró todo un año) se despertó y ahí entró esa oferta, tanto de David Cameron y Ed Miliband de más poderes al parlamento escocés. Pero como ha planteado Salmond, la propuesta de ellos no es devolución máxima y no queda muy claro lo que es. Qué están ofreciendo.
De hecho después de la elección David Cameron le habló, no a los escoceses, si no a los ingleses. Les dijo que le iban a dar más poder al parlamento escocés pero había que dar más autonomía a los ingleses.
Entonces salió, después de una semana hablando del referéndum, de lo importante que éramos los escoceses para Gran Bretaña, que éramos una gran familia, a hablar con las personas que son más importantes para él: los 55 millones de ingleses.
Es una ironía que nosotros haciendo una campaña por la independencia de Escocia terminamos ayudando a los ingleses a tener más autonomía y posiblemente una suerte de parlamente solamente para ellos.
– ¿Qué rol tuvo la Unión Europea, la presión que hizo, con respecto a los resultados?
– En realidad la posibilidad de la entrada o de salida de la Unión Europea fue clave en un momento del referéndum. Pero después pasó a otros temas, sobre todo la moneda.
El gobierno escocés planteaba que podíamos entrar automáticamente como Estado independiente a la Unión Europea porque hasta ahora los cinco millones de escoceses somos ciudadanos europeos.
Ese fue un debate de sí íbamos a poder entrar automáticamente o hacer un proceso largo como otros países de Europa del Este que quieren entrar.
Obviamente una de las claves ahí es la presión de España que amenazó con rechazar la inclusión de Escocia porque temen los movimientos autónomos e independentistas en España, sobre todo de Cataluña pero también del País Vasco.
Hay otra dinámica también que es que David Cameron, bajo presión de un sector de la población, sobre todo en Inglaterra, rechazan la ser parte de la Unión Europea. Entonces durante la campaña decíamos que probablemente la mejor forma de quedarse dentro de la Unión era votando por la independencia porque es posible que los ingleses voten en unos años salir.
Esa puede ser la próxima batalla porque si los ingleses votan salir de la Unión Europea y los escoses queremos quedarnos adentro puede ser interesante.
– ¿Qué diferencias podés encontrar entre la voluntad de unirse de los latinoamericanos y la voluntad independentista de Escocia y otras regiones de Europa?
– No sé si entiendo bien la pregunta pero voy a intentar responder. Para los escoceses no ha sido tan fácil, a pesar de la película Corazón Valiente, estar con la bandera de Escocia, cantando el himno nacional, no tenemos un nacionalismo tan fuerte. Y de hecho para nosotros los de izquierda, ha sido muy raro salir con la bandera escocesa y cantar el himno porque somos activistas socialistas, internacionalistas, entonces ha sido algo un poco nuevo.
Ahí vimos que la bandera no solo es para los partidos de fútbol si no que puede servir para una campaña progresista, de liberación nacional. Esa es una de las cosas que yo creo que podemos aprender de los argentinos o de los uruguayos. Usar la bandera y el nacionalismo en clave popular.
Esto es algo que se ha dado las últimas semanas. Por ejemplo la plaza central de Glasgow la habíamos tomado los últimos días, tapándola con la bandera escocesa y después del referéndum lamentablemente se ha vuelto a la normalidad, se ha llenado de borrachos bajo la bandera británica.
– Algunos análisis planteaban que después del referéndum fue como un 1 de enero después de una gran fiesta, donde ahora queda el sabor amargo ¿es así como se siente?
– Si, yo caminando por Glasgow veo una ciudad en depresión. Pero hay cosas positivas a tomar de toda esta campaña.
Es normal y natural que haya una depresión pero tenemos que hacer lo máximo para evitar que esto sea largo y luchar por las cosas que bajo presión nos había concedido el gobierno británico. Y también ver si se pude formar un nuevo partido de la izquierda.
Porque algo que surgió en la campaña fue la Independence Radical Campaign, un espacio que pudo por primera vez en varios años reunir a la izquierda escocesa (tanto militantes jóvenes como viejos) que no están atados al Partido Nacional Escocés. Yo creo que muchos de estos activistas van a poner sus energías en construir un partido nuevo de izquierda en Escocia y esto va a ser algo muy positivo.
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