Educación y Ciencia

3 septiembre, 2014

El hallazgo argentino contra el chikungunya y el dengue

Entrevista exclusiva con Juan García, director del equipo de la Universidad Nacional de La Plata que descubrió como atacar al mosquito que causa virus.

Entrevista exclusiva con Juan García, director del equipo de la Universidad Nacional de La Plata que descubrió como atacar al mosquito que causa virus.

El depredador directo del mosquito transmisor del dengue y de la fiebre chikungunya fue hallado el Centro de Estudios Parasitológicos dependiente de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata. Se trata de un hongo acuático denominado Leptolegnia Chapmanii. El proyecto es liderado por la investigadora del CONICET Claudia López Lastra y por el investigador Juan García. Juntos dictan la materia Patología de Insectos, uno de los tres cursos oficiales sobre el tema en toda América Latina.

En esta entrevista García explica la relación entre el hongo y los mosquitos,  así como el objetivo de su investigación.

-¿De qué manera actúa el hongo contra las larvas?

-Leptolegnia chapmanii es un hongo acuático con un ciclo biológico que incluye una fase asexual con producción de unas estructuras móviles llamadas zoosporas que se desplazan en el agua, se ponen en contacto con las larvas de los mosquitos que transmiten el chikungunya y las parasitan. Dentro de la larva el hongo se alimenta de sus nutrientes hasta matarla en 24 horas. Luego el hongo emerge por la superficie de la larva y a partir de esas estructuras que salen del hongo, por reproducción asexual, produce más zoosporas que infectan más larvas presentes en el agua.

-¿O sea que solo funciona en un medio acuático?

-No, este es un hongo que tolera las condiciones en que se desarrollan la mayoría de las especies de mosquitos que viven en la Argentina. Supongamos que el charco o el recipiente artificial del que se trate se secan, el hongo produce en el ambiente formas sexuales llamadas oosporas, que le permiten sobrevivir a las condiciones desfavorables del ambiente. Cuando las condiciones del ambiente mejoran, como por ejemplo que se inunde el ambiente, a partir de esas estructuras sexuales se restablece el hongo y comienza con la formación de zoosporas que infectan las nuevas larvas de mosquitos presentes.

-¿Se puede fabricar una vacuna o antídoto con este hongo?

-No hay que olvidar que el hongo actúa muy bien sin nuestra participación y seguro lo viene haciendo desde hace millones de años. Nuestra propuesta se centra en conocer bien esa interacción interespecífica entre un hongo y un insecto en ambientes determinados a efectos de poder utilizar ese conocimiento para reducir las densidades de mosquitos en una zona con peligros de dengue u otra enfermedad. Con ese objetivo creemos que si logramos colocar el Leptolegnia chapmanii en un recipiente con un soporte líquido que lo mantenga vivo, activo y virulento durante varios meses podremos tener una herramienta efectiva y ambientalmente segura para incorporar a los programas de control de mosquitos transmisores.

-¿Cuáles son los beneficios de utilizar este tipo de insecticidas biológicos con respecto a los insecticidas industriales?

-Los insecticidas neurotóxicos seguirán siendo necesarios en momentos de brotes epidémicos de dengue o chikungunya, donde se requiere una acción rápida y efectiva que elimine los mosquitos adultos en zonas donde se detecten casos de arbovirosis (enfermedades producidas por mosquitos). Pero para el control a mediano y largo plazo no se recomiendan los productos neurotóxicos por que por su poca selectividad afectan la biodiversidad al matar no sólo mosquitos sino otra fauna asociada. El uso continuo de estos productos puede llevar al desarrollo de resistencia en la población «blanco», complicando los programas de control futuros. Además hay que considerar el deterioro ambiental que producen los insecticidas neurotóxicos, así como posibles enfermedades a humanos y animales domésticos. Todas estas contraindicaciones, peligros y alertas  ambientales no las poseen agentes de control biológico como Leptolegnia chapmanii. Esto lo convierte en una alternativa segura para el ambiente y herramienta de elección en programas de control de mosquitos transmisores.

-¿O sea que sería mejor para el ambiente?

-Sin duda, nuestro grupo está convencido que el control de insectos «plaga» en el ámbito de la agricultura y sanidad animal o vegetal a nivel mundial se encamina definitivamente y sin retorno hacia el uso de productos biológicos eficientes y seguros para el ambiente. El planeta no tolera más abusos de ningún tipo, incluidos los producidos por los insecticidas neurotóxicos.

Martina Bondone – @marbondo

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