Educación y Ciencia

25 agosto, 2014

Argendrones: las FFAA y el desarrollo de aeronaves no tripuladas para uso militar

ué son, para qué sirven y quién controla los nuevos dispositivos inalámbricos que parecen querer conquistarlo todo desde el aire y se fabrican en nuestro país con fines defensivos hace más de ocho años.

Qué son, para qué sirven y quién controla los nuevos dispositivos inalámbricos que parecen querer conquistarlo todo desde el aire y se fabrican en nuestro país con fines defensivos hace más de ocho años.

Como si las cámaras, el DNI biométrico y el sistema SIBIOS no fueran suficientes, la política de control del Estado gana ahora una nueva herramienta. Con el objetivo inicial de “vigilar” las fronteras, las Fuerzas Armadas han desarrollado no sólo un nuevo aparato, sino un nuevo paradigma: alejar a los humanos de la acción. Han sido llamados drones, UAV´s, UAS´s, VANTs, y muchos otros nombres: aviones/aeronaves sin piloto, automáticos, sin tripulantes. La lista es larga y sólo deja en evidencia la verdad sobre el tema: no sabemos de qué estamos hablando.

¿Qué es un drone?

El término drone define genéricamente a una serie de artefactos voladores, terrestres, acuáticos y submarinos que no llevan ningún tipo de pasajero, piloto o comandante a bordo. Los hay más parecidos a helicópteros y los hay en formato avión. Algunos pueden ser controlados por control remoto, mientras otros se manejan con recorridos programables. Otra característica que tienen es la de ser enteramente adaptables para varios y muy diversos usos: con una cámara instalada se podrán realizar fotos aéreas impensadas, con la herramienta adecuada se podrán tomar muestras en el fondo del océano, se podrá utilizar como un repetidor para telecomunicaciones, un mensajero silencioso, un delivery, un vigía o un arma.

Ahora ¿todos los Drones son aeronaves? ¿qué es una aeronave? Si no lo son, ¿qué son? Si no sabemos qué son, ¿quién los regula? Hoy la palabra “Dron” se está utilizando en forma masiva para hablar de VANTs o Vehículos Aéreos no Tripulados; UAV son las siglas en inglés, que cuando llevan armas son UCAV. UAS significa Sistema Aéreo no Tripulado. En resumen, no todo drone es un VANT, pero todos los VANT son drones. Y de estos son de los que se está hablando.

Sobre los militares, el mercado mundial está principalmente liderado por dos productores: Estados Unidos -ya con veinte mil unidades operativas dentro de su fuerza aérea- e Israel. España cuenta con cerca de 25 empresas productoras de drones y cada vez más firmas buscan acomodarse en este nicho naciente: este mes Google compró una fábrica de vehículos no tripulados.

Drones argentinos: 8 años de fabricación nacional de aeronaves

El Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales es, según su propio sitio, “una institución académica privada, sin fines de lucro” que desde 1978 estimula el estudio y debate de los problemas internacionales desde un enfoque nacional. Su boletín Nº51  de diciembre de 2011 exhibe el siguiente título: “Diez proyectos estratégicos para los próximos diez años”. Algunos de esos proyectos son la propulsión nuclear, el enriquecimiento de uranio, el reprocesamiento del combustible nuclear, cohetes y misiles, y los Vehículos Aéreos no Tripulados (UAVs o Unmanned Aereal Vehicle). Respecto de los últimos, dice:

“Los aviones no tripulados se han convertido en una herramienta indispensable para un conjunto de operaciones de defensa y seguridad. Nuestro país se encuentra desarrollando diversos proyectos tanto para el Ministerio de Defensa, como para la exportación por medio de empresas civiles. El Ministerio de Defensa argentino tiene el proyecto de desarrollar en el corto plazo un UAV con capacidad de carga útil de 30 a 40 kg y, en el mediano plazo, un prototipo de mayor tamaño con capacidad útil de carga de hasta 250 kg”.

Para desarrollar estos prototipos, se ha creado un “Consorcio Nacional de Fabricación de UAV”, que reúne empresas privadas, estatales y universidades tales como la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA), Tesacom, Volartec, Nostromo, Fixview, Tedimec, Aero-dreams, el Instituto Aeronáutico Universitario (IAU), la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), INVAP y Florestan. Los proyectos estarían dirigidos a los mercados de exportaciones tanto civiles como militares.

Por otro lado, los ministerios de Defensa y Seguridad firmaron el 9 de septiembre de 2011 un acuerdo para el desarrollo e implementación del “Sistema Aéreo Robótico Argentino” (SARA) que será compatible con los requerimientos de ambas carteras, en el que participará INVAP S.E.

La historia detrás de las aeronaves militares

En 2006, la Fuerza Aérea Argentina presentó el proyecto Yarará. Comandado por la empresa Nostromo-Defensa, se pensó primordialmente para fabricar VANTs para producción en serie y posterior exportación. Podía llevar hasta 5Kg. de carga con una autonomía máxima de cuatro horas, alcanzando una velocidad crucero de 100km/h.

En 2008, el Lipán M3, un VANT desarrollado por y para el Ejército Argentino, con alcance de 40km, velocidad máxima de 170 km/h y capaz de transportar 20Kg. de carga realizó su primer vuelo de prueba en Campo de Mayo. Fue el primer prototipo funcional desarrollado en toda Latinoamérica.

En la revista de Publicaciones Navales de la Armada Argentina,el Lipán III es llamado “un águila de guerra electrónica”. El artículo en el que se hace esa mención, escrito por Cecilia Figueira Tibiletti y Laura Noro, quedan bien claro los posibles usos: “Con esta aeronave no tripulada, equipada con avanzados sistemas electrónicos, el Ejército adquiere una plataforma de sensores remotos de capacidad dual. Este ingenio puede ser empleado, tanto en operaciones militares como en el campo civil, gracias a la versatilidad de sus sensores remotos.  Íntegramente desarrollado por el Ejército, el Lipán es un ejemplo más de la capacidad de desarrollo tecnológico militar que posee la Argentina”.

En marzo de 2012, una nueva versión, el Lipán XM4 voló en Campo de Mayo y en Punta Indio. Fueron entregadas a las fuerzas un total de seis unidades para la realización de pruebas y calibración de instrumental. Esta nueva aeronave duplicaría la capacidad de prestaciones de su predecesor.

El Guardián es otro VANT perteneciente a la Armada, que en 2011 fue exhibido en Tecnópolis. Sobre él se detallaba que sería una aeronave dedicada a la búsqueda, reconocimiento, detección e identificación de blancos en vivo,  siendo operando desde barcos en la superficie.

¿Quién vigila a los vigiladores?

El Código Aeronáutico Argentino (Ley 17.285) establece en su artículo 79 que “Toda aeronave debe tener a bordo un piloto habilitado para conducirla, investido de las funciones de comandante”. Viendo próximo este error, el diputado de la UCR, Agustín Portela, se anticipó y presentó hace un par de meses un proyecto de ley para modificar ciertos artículos del Código, atacando el problema desde la base: incluir a los VANT en la definición de aeronave. De la ley propuesta surge que “Se consideran aeronaves los aparatos, mecanismos y vehículos aéreos no tripulados (VANT-UAV), que puedan circular en el espacio aéreo y que, atento a su finalidad, entre otras utilidades, sean aptos para transportar personas o cosas”. Pero esta legislación todavía no está aprobada.

Ante la falta de legislación a nivel nacional, es necesario buscar algún amparo en las normas internacionales. Ahí aparece la Organización Internacional de Aviación Civil, en cuyo artículo 8 expresa claramente: “Ninguna aeronave capaz de volar sin piloto volará sin él sobre el territorio de un Estado contratante, a menos que se cuente con autorización especial de tal Estado y de conformidad con los términos de dicha autorización. Cada Estado contratante se compromete a asegurar que los vuelos de tales aeronaves sin piloto en las regiones abiertas a la navegación de la aeronaves civiles sean controlados de forma que se evite todo peligro a las aeronaves civiles”

Así que estamos en las nuestras, legalmente desamparados hasta nuevo aviso. Aquellas iniciativas privadas con banca económica podrán hacer volar navecitas entre nosotros. También las fuerzas del orden, ungidas por drones que vigilen las fronteras y realicen tareas de identificación, control de contrabando, seguimiento de amenazas…

Los otros drones

Es importante destacar la diferencia entre los drones de uso civil y los de uso militar. Los primeros son bastante inofensivos: tienen poca capacidad de carga y poca autonomía; aunque la estabilidad ya está lograda, así como la adaptación de cámaras HD. En lo relacionado con el agro, las recorridas in situ de los campos y la fumigación de bajo costo son los objetivos. También se han utilizado para encontrar personas perdidas en terrenos complicados y combatir incendios.

“Es un juguete”, responden los vendedores de Compumundo, donde por un valor cercano a los diez mil pesos se puede adquirir un tetracóptero con dos cámaras de alta definición que posee una autonomía de veinte minutos, alimentado por una batería de carga rápida y puede alcanzar distancias de hasta cincuenta metros desde el lugar de radiocontrol.

El manejo se realiza utilizando una aplicación desde cualquier smartphone o tablet, obteniendo las imágenes en tiempo real. No se requiere licencia, registro, seguro o capacitación porque ¿es un juguete?

Por Santiago Valcarcel – @klownbird

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