14 agosto, 2014
Perros en la calle: ¿Higiene o cuidado del ambiente?
El proyecto del gobierno de la ciudad de Buenos Aires en jaque por su contradicción: calles más limpias pero de forma antiecológica. Una ONG denunció la práctica.
El proyecto del gobierno de la ciudad de Buenos Aires en jaque por su contradicción: calles más limpias pero de forma antiecológica. Una ONG denunció la práctica.
Durante los últimos meses en algunos barrios porteños empezaron a aparecer expendedores manuales con bolsitas de nylon, que tienen como objetivo incentivar a los dueños de perros a levantar de la calle la materia fecal de sus mascotas.
Los dispositivos, que se encuentran principalmente en plazas y parques, son postes de color amarillo cuya terminación asemeja a una casita, y si bien fueron instalados por decreto no muchas zonas de la ciudad pueden ostentarlos. Sin embargo la Asociación de Remediadores Ambientales de la República Argentina (Ambar) denuncia a la administración de Mauricio Macri de no respetar el acuerdo que ellos firmaron en 2010 con la Agencia de Protección Ambiental (Apra) que depende del Ministerio de Espacio Público.
Según lo estipulado en su momento, Apra «aprueba y adhiere al programa de colaboración y asistencia técnica-financiera presentado por Ambar, cuyo objetivo resulta la recolección selectiva, desinfección y desbacterización de las deposiciones caninas localizadas en la vía pública».
El proyecto de Ambar proponía un sistema de reparto gratuito de bolsas con forma de guante y degradables (hechas con un material a base de almidón de trigos y otros cereales) para preservar la limpieza de las calles y lograr la correcta desintegración de los desechos caninos.
Sin embargo a fines del 2011 el gobierno porteño creó la Unidad de Proyectos Especiales de Construcción Ciudadana y Cambio Cultural presentando un programa titulado «Tenencia responsable de mascotas» que terminó por revocar la existencia de la Agencia de Protección Ambiental. El 7 de abril el nuevo organismo propuso y publicó en el Boletín Oficial el destino de 1,4 millones de pesos en la compra de 115.000 rollos de bolsas para deposiciones a ser utilizadas en el período de un mes. La empresa fabricante y distribuidora de las bolsas logró la licitación a las 48 horas de hecho el anuncio y si bien esta idea es muy similar a la planteada por Ambar la principal diferencia es el material biodegradable propuesto por la ONG y el nylon del plan porteño que ya se ve en algunos barrios.
Federico Boz, coordinador de proyectos de Ambar, brindó una entrevista al diario Tiempo Argentino y declaró: «Más allá del plagio y la preocupación que tenemos por el agravamiento de la amenaza ambiental producido por un plan cuyo propósito sería el contrario, estamos preocupados por aclarar que el plan que están implementando, si bien está claramente inspirado en el nuestro, en su aplicación no tiene nada que ver”.
“No queremos que ante futuras denuncias que pudiera recibir el gobierno por esta atrocidad, encima pretendan involucrarnos invocando las presentaciones que hicimos y las actas compromiso que suscribimos”, agregó.
Martina Bondone – @marbondo
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