América del Norte

13 agosto, 2014

Ann Coulter propone una solución israelí para los problemas estadounidenses

Ann Coulter, una polémica periodista conservadora estadounidense, volvió a la carga con más racismo y violencia que nunca. Ahora propone para USA un gobierno como el de Israel, que no titubea en bombardear para hacer respetar sus fronteras. Bombas sobre México para luchar contra la inmigración.

Ann Coulter, una polémica periodista conservadora estadounidense, volvió a la carga con más racismo y violencia que nunca. Ahora propone para USA un gobierno como el de Israel, que no titubea en bombardear para hacer respetar sus fronteras. Bombas sobre México para luchar contra la inmigración.

Hace algunos días la polémica periodista y escritora estadounidense, vocera de los sectores más cristianos y conservadores del país (de la que ya nos hemos ocupado en estas páginas por sus declaraciones racistas sobre el Mundial de fútbol), aprovechó una entrevista en el programa de Sean Hannity para dar vía libre a su veta más provocadora y xenófoba.

Discutiendo sobre el problema migratorio, y puntualmente sobre el caso de los miles de niños migrantes que han arribado a los Estados Unidos en el último año (situación que el presidente Obama calificó de “crisis humanitaria”), Coulter cuestionó la política migratoria “permisiva” de Obama y sostuvo que USA necesita un presidente como el israelí Benjamín Netanyahu para lidiar con el problema migratorio: “Necesitamos un Netanyahu aquí. A Netanyahu no le importan los lloriqueos de los líderes religiosos acerca de los niños palestinos muertos. No le importa lo que digan las Naciones Unidas, ni los medios. Somos un país. Tenemos fronteras. Y Netanyahu defiende las fronteras, ¿por qué no podemos hacer eso aquí?”. Y agregó: “Tenemos túneles en la frontera por los que se contrabandean armas, por los que entra gente que nos invade, que asesina, que viola”. “Estamos siendo invadidos”, concluyó.

No hace falta interpretar demasiado para titular, como efectivamente hicieron muchos medios que reflejaron la noticia, que Coulter estaba pidiendo que se apliquen contra México las mismas medidas que Israel aplica en Gaza. Militarización y bombardeos criminales para defender las fronteras de la “invasión”.

Coherentemente, la periodista apoyó la ofensiva israelí contra Palestina sosteniendo que: “Estados Unidos reaccionaría exactamente del modo en que lo está haciendo Israel en este momento si los misiles de Hamas estuvieran cayendo en su territorio”. Y abundó: “Sí, a veces los niños palestinos resultan muertos, pero eso es porque se asocian con terroristas que amenazan a Israel”.

Pocos días atrás, en una columna publicada el 6 de agosto, Coulter había provocado otro escándalo mediático al calificar al médico estadounidense afectado por el virus del Ébola en Liberia de “idiota”. Al conocer la noticia de que el médico Kent Brantly tuvo que ser trasladado de vuelta a EEUU infectado por el virus, Coulter se quejó por los gastos que implicó la operación y sostuvo que no había necesidad de que el médico vaya a “marinarse en enfermedades medievales del Tercer Mundo”.

Uno de sus caballitos de batalla de la polémica periodista es: “Se pueden tener fronteras abiertas o se puede tener un estado de bienestar. No se pueden tener ambos”. En la misma entrevista, cuando se le preguntó si consideraba que los inmigrantes no tenían también derechos civiles, respondió: “Los negros son un grupo que puede ser beneficiado con derechos, pero no le debemos nada a los homeless, a las feministas, a las mujeres que quieren abortar, a los gays que quieren casarse. Los derechos civiles son para los negros, no para los inmigrantes. ¿Cómo les vamos a deber algo a los inmigrantes si ni siquiera estaban en este país?”

Este tipo de declaraciones racistas y xenófobas ya son una marca de Coulter, quien pasea su provocativa ignorancia por diversos programas periodísticos estadounidenses. Además de su virulento odio a los inmigrantes y al “Tercer mundo” en general, Coulter también suele cargar contra cualquier otra religión que no sea la cristiana (sostuvo que “los judíos necesitan perfeccionarse” porque el cristianismo es una superación del judaísmo, y que “los musulmanes tendría que usar alfombras mágicas como medios de locomoción”), contra la escuela pública (a la que calificó como “laboratorios de entrenamiento criminal, donde los maestros abusan sexualmente de los chicos”) y contra todo otro tema que pueda apartarse de la limitadísima cosmovisión del estadounidense fundamentalista religioso más atrasado.

Coulter y sus brutales provocaciones son solamente un síntoma de los irresueltos que atraviesan a la sociedad estadounidense, así como de los intentos de capitalizar las tensiones que provocan esos conflictos políticos y económicos en términos burdamente electorales a través de propuestas de resolución engañosamente simplificadoras. Siempre que la situación empeora se alzarán voces para echarle la culpa a los inmigrantes, a los pobres, a los negros.

Lo que es seguro es que mientras los problemas reales siguen su curso, Ann continuará vertiendo su prédica venenosa y egoísta en programas televisivos y radiales, en columnas de opinión y en libros que no dejan de figurar en las listas de «best sellers».

Pedro Perucca – @PedroP71

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