11 agosto, 2014
Condenan a dos de los máximos responsables del genocidio camboyano
Dos altos dirigentes de los Jemeres Rojos, la organización que encabezó el sangriento régimen que gobernó Camboya entre 1975 y 1979 causando al menos 2 millones de muertos, fueron condenados el jueves pasado a cadena perpetua por crímenes contra la humanidad.

Dos altos dirigentes de los Jemeres Rojos, la organización que encabezó el sangriento régimen que gobernó Camboya entre 1975 y 1979 causando al menos 2 millones de muertos, fueron condenados el jueves pasado a cadena perpetua por crímenes contra la humanidad.
La condena alcanzó a Khieu Samphan, de 83 años, que ocupó la presidencia del país y Nuon Chea, de 88 años de edad, más conocido como ‘hermano número 2’, considerado el máximo ideólogo del régimen.
El tribunal internacional que, bajo tutela de Naciones Unidas, ha sometido a juicio a la antigua cúpula de los Jemeres Rojos responsabilizó a los dos dirigentes en la muerte de 20.000 vietnamitas y entre 100.000 y 500.000 miembros de la minoría musulmana Cham. La sentencia los encontró responsables de crímenes contra la humanidad, exterminio, asesinato y persecución política.
Los dos condenados, que rechazaron los cargos que se les imputaron en esta primera fase del proceso, consideraron que la evacuación de la capital Phnom Penh, que significó la relocalización de casi dos millones de personas, el 17 de abril de 1975, había sido realizada para evitar un bombardeo inminente de los Estados Unidos. Sin embargo, el Tribunal descartó estas alegaciones y consideró que dicha evacuación fue realizada como parte de un plan sistemático que pretendía devolver a Camboya al “año cero” y refundar la civilización sobre las bases del campesinado, dejando atrás todas las relaciones económicas y familiares de la sociedad burguesa. El intento de implantar una sociedad comunista radical terminó en un baño de sangre.
Al respecto, el juez Nill Nonn dijo en la lectura de la sentencia: «Millones de personas fueron víctimas por el ataque global y sistemático contra la población civil que seguía políticas y planes del partido”.
Esta primera condena a las cúpulas del Jemer Rojo llega en un momento en que las críticas hacia la Corte Especial se hacen escuchar cada día en un país en donde la mayoría de la población vive con menos de dos dólares diarios mientras la Corte gasta millones de dólares en un juicio que lleva más de diez años y tan sólo ha logrado tres condenas. Hun Sen, el polémico primer ministro que fue parte del Jemer Rojo y gobierna ininterrumpidamente con mano de hierro hace 25 años ha asegurado reiteradamente que no permitirá la apertura de nuevos casos porque podría desatar una guerra civil, y que disolverá el tribunal tan pronto como termine el juicio.
El juez Nill Nonn aclaró la garganta frente a las cámaras de televisión y leyó: “La Corte condena a Nuon Chea a cadena perpetua. La Corte sentencia al acusado Khieu Samphan a cadena perpetua”. Tras más de 35 años finalmente llegó una suerte de justicia. Una justicia tardía, que difícilmente pueda ser llamada así, cuando a lo largo del proceso no se planteó la posibilidad de analizar la responsabilidad internacional que le compete a países como China y Estados Unidos que armaron y financiaron al régimen genocida.
El mesiánico líder de los Jemeres Rojos, Pol Pot, murió en 1998 en la selva Camboyana sin jamás haber sido juzgado por sus crímenes.
Nicolás Bianchi, desde Kuala Lumpur – @nebianchi_
Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.