8 agosto, 2014
La Gendarmería reprimió otra vez a los trabajadores de Lear
En el marco de una nueva protesta frente a la autopartista Lear que se encuentra en conflicto hace varios meses y este jueves suspendió a la totalidad de sus empleados, la Gendarmería reprimió el piquete que realizaban los trabajadores con sus autos. Varias personas fueron detenidas y algunos autos destruidos.

En el marco de una nueva protesta frente a la autopartista Lear que se encuentra en conflicto hace varios meses y este jueves suspendió a la totalidad de sus empleados, la Gendarmería reprimió el piquete que realizaban los trabajadores con sus autos. Varias personas fueron detenidas y algunos autos destruidos.
El día jueves la empresa Lear decidió suspender por 15 días a los 450 empleados que trabajan en la planta. Además amenazó con retirarse del país y cerrar definitivamente. Esta medida se llevó a cabo en el contexto de un fuerte conflicto iniciado el 27 de mayo por despidos y suspensiones y en el que los trabajadores se encuentran peleando por la reincorporación los despedidos.
Gustavo Trocaioli, uno de los delegados despedidos dialogó este viernes por la mañana con Radio Sur y aseguró: “Nos causa un poco de gracia que Lear diga que por sesenta, setenta compañeros que están peleando por sus puestos de trabajo diga que se va a ir del país que le generó tanta ganancia”.
“No creemos que vaya a pasar eso. Todo lo contrario”, agregó Trocaioli y dejó en claro que para él “es una forma de intimidar a los compañeros que están adentro”.
Las declaraciones del delegado fueron antes de que, mientras se estaba llevando a cabo una protesta frente a la planta en General Pacheco mediante un piquete realizado con autos sobre el kilómetro 31 de la autopista Panamericana, la Gendarmería reprimió.
Como esta metodología del piquete con autos ya se había realizado en diversas oportunidades anteriormente, las fuerzas de seguridad esta vez esperaron con grúas para remolcar los autos. El objetivo era labrar las infracciones y obligar a los conductores a seguir la marcha sin interrumpir el tránsito.
Ante la negativa de los manifestantes procedieron a reprimir incluso rompiendo ventanillas y abriendo las puertas de los autos a la fuerza para llevarse a las personas detenidas.
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