Cultura

5 agosto, 2014

¡Hola, Marcelo!

Martín Insaurralde anuncia su inminente boda en Showmatch. Marcelo Tinelli hace en vivo los llamados de invitación a la fiesta. Habla con Daniel Scioli, Mauricio Macri, Sergio Massa y Aníbal Fernández. Cristina no atiende. Jésica Cirio baila por un sueño.

Martín Insaurralde anuncia su inminente boda en Showmatch. Marcelo Tinelli hace en vivo los llamados de invitación a la fiesta. Habla con Daniel Scioli, Mauricio Macri, Sergio Massa y Aníbal Fernández. Cristina no atiende. Jésica Cirio baila por un sueño.

Marcelo Tinelli acaba de gestionar y protagonizar el hecho televisivo del año. Mientras los periodísticos de la noche seguían navegando en la intrascendencia en su retahíla de promesas de caos generalizado luego del default, Showmatch logró que el intendente (de licencia) de Lomas de Zamora y diputado por el Frente para la Victoria, Martín Insaurralde, anuncie su casamiento con Jésica Cirio en vivo.

Jésica cuenta cómo se le propuso Martín, en un restaurante chileno, con un tema de Ricky Martin pedido especialmente por Martín. Un imitador de Insaurralde toma el micrófono antes que el intendente (de licencia) y lo acribilla a chistes malos, mientras Martín ríe, feliz, enamorado. Cuenta: “Le dije ‘mi amor, te amo, ¿nos casamos en noviembre?’ y ella dijo que sí”. Luego, mientras una sonriente Jesica vestida de monja hacía tiernos mohínes a su lado, confirma que el casamiento será en Ezeiza el próximo 18 o 19 de noviembre. El imitador acompaña al novio como una sombra. En algunos momentos parece estar diciéndole lo que hay que hacer.

Luego del espectacular anuncio y de las felicitaciones de rigor, discuten a cuántas personas invitar al casamiento. Martín, en vivo desde las pantallas de Canal 13 para todo el país, se inclina por algo más íntimo, no más de 120 personas. Marcelo y Jésica insisten con algo más grande, 400 o 500 invitados como piso. Martín dice que su voto es no positivo. Bueno, no lo dijo así, pero así sonó. Marcelo comienza a llamar a diversos referentes de la clase política nacional para invitarlos al casamiento de Martín. En vivo.

Llama a la residencia de Olivos y el encargado de los teléfonos le informa que Cristina no lo puede atender porque está en “una cena familiar”.

Llama a Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires. Daniel atiende, felicita a Martín y a Jésica por el casamiento y compromete su presencia y la de Karina Rabolini para la boda. No parece demasiado sorprendido por el insólito llamado. Saludos a Karina.

Llama a Mauricio Macri, jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Mauricio atiende. Son todos amigotes. Mauri no estaba mirando la televisión, Marcelo se lo reprocha, se ríen. Marcelo le pide que confirme si va a ir o no al casamiento de Insaurralde, Mauri titubea, dice que no está seguro, que tiene que ver la agenda. Marcelo le pregunta si puede cantar un tema de Queen en la boda. En un momento el Jefe de gobierno porteño dice “esto es muy raro”. Hasta a alguien tan poco perspicaz como el ingeniero Macri pudo notarlo. Poco más adelante, Mauricio llega a pensar que puede ser una joda. Una joda para Tinelli. Marcelo trata de probarle que todo es cierto, que esto está sucediendo en vivo, con un paneo por un panel de jurados en el que se puede ver a Soledad Silveira, Nacha Guevara y Moria Casán. Mauri aún no está convencido.

Finalmente, el esposo de Juliana Awada trastabilla hasta el televisor, logra encenderlo y sintonizar Canal 13. Ahí ve que es cierto, que está Martín en lo de Marcelo, con Jésica al lado vestida de monja, anunciando su casamiento en vivo en la televisión. De todos modos insiste: “Esto es muy raro”. Antes de cortar la manda al frente a Soledad Silveira, preguntándole si va a ir al casamiento con el fiscal recientemente no destituido José María Campagnoli. Pero se notó que a Mauri no le habían avisado antes de llamarlo. Nunca llegó a entender del todo lo que estaba sucediendo.

Llama a Sergio Massa, intendente (de licencia) del partido de Tigre, diputado por la provincia de Buenos Aires y fundador del Frente Renovador. Sergio atiende. Dice que no estaba viendo la TV pero que es como si lo estuviera, porque todo el mundo lo llamó y le mandó mensajes para contarle lo que estaba sucediendo en lo de Tinelli. Se ríen. Son todos amiguísimos. Sergio le reclama al aire a Marcelo el pago de una apuesta. Marcelo se hace el tonto, le pide que no diga sobre qué es. No se sabe si eso también es parte del inmenso montaje tinellístico de la realidad o no. Bromean acerca de la inseguridad. Sergio dice que tuvo que parar el auto en la zona de Aeroparque para atender el teléfono. El doble de Martín le dice que es una zona jodida. Sergio dice que no, que es un barrio más de capital. Todos se ríen, cruzan guiños. Sergio insiste para que Martín organice su boda en Tigre.

Sergio le propone a Marcelo, en un chiste político muy por encima de su chatura habitual, que haga una lista con la gente que diga Martín que va a invitar a su casamiento hoy y que después pase lista en el evento. Anticipa que más de la mitad de la lista no se hará presente. Lamentamos coincidir con Sergio en esto. Aunque ya se venía insinuando el escenario, en media horita Insaurralde pasó a ser uno de los políticos más devaluados de la política nacional de los últimos años (incluyendo a Cobos). Su boda va a ser un bajón.

Se despiden riendo. “Abrazo, Sergio”. “Abrazo, Martín”. Saludos a Malena (Galmarini, hija de Fernando “Pato” Galmarini, ex secretario de Deportes de Carlos Menem, actual suegro de Sergio).

Llama de nuevo a Olivos. Habla con el encargado del conmutador que, remiso, va a consultar a ver si lo pueden atender. Marce, visiblemente nervioso camina por el estudio esperando que lo atienda Cristina. Dice: “Me encantaría que me atienda la Presi”. Cree que puede suceder. La tribuna lo alienta. “Sí, va a atender”. En la línea de Presidencia suena un tango como música de espera. Alguien arriesga que el que canta es el Polaco. Nada que ver. Termina el primer tango y arranca otro. Pasan unos largos minutos en los que no se sabe, realmente no se sabe, si la presidenta de la Nación va a ponerse al teléfono. Pasa lo lógico y Cristina no atiende. Pero era todo tan raro, como dijo Mauri, que por un momento pudo ser.

Marcelo se muestra visiblemente decepcionado. Piensa a quien más llamar. La tribuna tira opciones. Lilita. Boudou. Puede pasar cualquier cosa. Aquí se están definiendo horas y horas de televisión, kilómetros de tinta, parvas de bits.

Llama a Aníbal Fernández. Aníbal atiende. Bromean. Son todos amigos. Marcelo le pregunta si va a ir al casamiento de Martín. Aníbal dice: «¿por qué no?», Marcelo le pide que sea más específico, que diga sí. Aníbal dice que va a ver la agenda. Marcelo aprovecha que lo tiene al aire y le pregunta por la AFA. Cruzan chistes de entendidos. Se ríen.

Ya está. Acaba de suceder el evento televisivo del año. Media hora de la que se va a hablar largamente durante las próximas semanas. Aún falta que baile Jésica. El baile es un desastre. Los jurados la matan. No entienden a qué viene el disfraz de monja con el culo aire.

Buena parte de lo que va a suceder en las cada vez más cercanas elecciones de 2015 acaba de definirse en la televisión, en vivo y en directo.

El noticiero de la media noche de Canal 13 anticipa “Scioli quiere retener a Insaurralde”.

Clarín titula: “La presidenta no atendió a Tinelli”.

 

Pedro Perucca – @PedroP71

 

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas