28 julio, 2014
Franja de Gaza: sin tregua y más de mil palestinos asesinados
Este fin de semana la agresión israelí sobre la Franja de Gaza elevó el número de muertos a más de 1100 desde que comenzó la ofensiva hace tres semanas. Además treguas propuestas por Israel por un lado y las organizaciones palestinas por otro, fracasaron.

Este fin de semana la agresión israelí sobre la Franja de Gaza elevó el número de muertos a más de 1100 desde que comenzó la ofensiva hace tres semanas. Además treguas propuestas por Israel por un lado y las organizaciones palestinas por otro, fracasaron.
El sábado por la noche Israel propuso un alto al fuego que planteaba el cese a los bombardeos pero sostenía las incursiones militares de sus soldados dentro de Gaza. Como era previsible, Hamás y el resto de las organizaciones palestinas que llevan a cabo la resistencia rechazaron la propuesta.
Esta decisión fue utilizada por la prensa internacional y el gobierno de Israel para volver a plantear que los palestinos no quieren la paz. Aunque difícilmente alguien pueda interpretar que una tregua supone que los soldados invasores sigan actuando en el territorio ocupado.
A pesar de esto, el domingo por la mañana todas las organizaciones palestinas presentaron un alto al fuego por 24 horas ya que fue el primero de los tres días de Eid al-Fitr, la festividad con la que los musulmanes dan por terminado el sagrado mes de Ramadán cuyo ritual consiste en ayunar durante el día y solo comer por la noche.
La propuesta contó con el aval de las Naciones Unidas. El enviado de la ONU, Robert Serry, habló entonces con la prensa e hizo un llamado público para que Israel se sume al cese de fuego. «Le pido al gobierno israelí que muestre moderación. Este es un día importante porque es una festividad musulmana», dijo al diario israelí Haaretz.
Sin embargo, rápidamente el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, anunció que no aceptaría el alto al fuego. En una entrevista con el programa Face the Nation de la cadena televisiva CBS News, el jefe de gobierno israelí desestimó además las presiones de gran parte de la comunidad internacional en contra de la agresión militar contra Gaza.
Según Netanyahu, las fuerzas militares de su país, una de las 10 más potentes del mundo, continuarán “las operaciones para tratar de desmantelar los emplazamientos de Hamas”, mientras aseveró que Israel «no está lanzando operaciones contra civiles».
A pesar de las declaraciones del mandatario los datos demuestran lo contrario. Más de 1100 personas han sido asesinadas en la Franja de Gaza en los últimos días. Según Naciones Unidas la mayoría son civiles: mujeres, niños y ancianos. A esto hay que sumar el bombardeo a objetivos como escuelas, hospitales, mezquitas y medios de comunicación.
Si bien la mayoría de la población israelí (de acuerdo a encuestas realizadas por medios locales) apoya la agresión, este sábado se realizó una importante manifestación en Tel Aviv en rechazo a la ofensiva sobre Gaza.
Haaretz informó que unas 7 mil personas participaron del acto en la Plaza Rabin para exigir el cese inmediato de las hostilidades y la reanudación de los diálogos de paz. En una de las esquinas de la plaza se encendieron velas conmemorativas en homenaje a los caídos, tanto israelíes como palestinos.
Esta manifestación se suma a las protestas llevadas a cabo en todo el mundo (con el caso paradigmático de Francia que prohibió las marchas pro palestinas) y el pedido de paz realizado por diversos gobiernos. Recientemente también el Consejo de Derechos Humanos de la ONU votó por mayoría (con el voto en contra solo de Estados Unidos) poner a la población palestina bajo protección internacional.
La situación es realmente crítica como marca el informe recientemente publicado por la Cruz Roja Internacional. Según el texto difundido por el organismo de ayuda humanitaria «la población ya había enfrentado dificultades crónicas a causa de la frágil infraestructura, una economía estancada y las restricciones impuestas a la circulación de personas y de bienes, como consecuencia del cierre de la Franja, pero todo se vio agravado desde que se inició la operación terrestre (israelí) el pasado 17 de julio».
A su vez remarcaron que el personal de la organización «está presente en el terreno, siguiendo de cerca la situación. Hemos perseverado en el diálogo bilateral con la potencia ocupante sobre la necesidad de hacer todo lo posible por garantizar el orden público y la seguridad, proteger en la mayor medida posible a los civiles de los ataques».
Sin embargo concluyen afirmando que «la ayuda humanitaria, en cierta medida, alivia el sufrimiento causado por la violencia, pero no puede impedirlo. En última instancia, sólo una acción eficaz a nivel político podrá conferir a los civiles una verdadera protección».
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