28 julio, 2014
Crisis dorada
Tras la renuncia de Germán Vaccaro, se desató un escándalo en la Confederación de Básquetbol que ahora, al borde del Mundial de España, implica activamente a los jugadores más importantes de la historia. Un conflicto inoportuno, pero que puede resolver muchos problemas a futuro.

Tras la renuncia de Germán Vaccaro, se desató un escándalo en la Confederación de Básquetbol que ahora, al borde del Mundial de España, implica activamente a los jugadores más importantes de la historia. Un conflicto inoportuno, pero que puede resolver muchos problemas a futuro.
La renuncia de Germán Vaccaro, presidente de la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB), a fines de abril, por lo que definió como “razones de estricto orden personal”, fue la punta del iceberg. Dos meses después, con el comienzo de la preparación para el Sudamericano de Isla Margarita, actualmente en disputa, y el Mundial de España, que dará inicio a fin de agosto, se hizo pública la trama de corrupción que atraviesa los últimos diez años del deporte en el país, justamente los más exitosos de la historia.
Mientras la Generación Dorada convertía a la Selección Argentina en potencia a nivel mundial, los dirigentes iban a la zaga. O no. Construyeron negocios personales a partir de la Confederación, postergando a los jugadores y empleados que sostienen el deporte de la naranja, mientras generaban un agujero financiero que comienza a hacerse público ahora, y que pone en una situación económica muy compleja a la institución.
Luego de que Vaccaro rechazara realizar el pedido del capitán del seleccionado, Luis Scola, y de los otros líderes del plantel (Emanuel Ginóbili, Pablo Prigioni, Andrés Nocioni y Carlos Delfino), antes de Londres 2012, la relación se rompió totalmente. Finalmente este año se reunieron con Carlos “Camau” Espínola, cuádruple medallista olímpico y actual secretario de Deportes de la Nación. Y amenazaron con abandonar el equipo nacional si el presidente seguía en su cargo.
Esta renuncia derivó en un interinato del vicepresidente, Ricardo Siri, y en la elección como nuevo mandamás de Daniel Zanni, presidente de la Federación Santiagueña. Los jugadores, que participan activamente de la disputa política, le habían brindado su apoyo al cordobés Mario Ontivero, que finalmente no se presentó. Zanni trae tras él el apoyo económico de la Confederación Argentina de Deportes, que preside Victor Santa María (secretario general del SUTERH).
Mientras en las oficinas ocurría todo esto, los pasajes para el equipo alternativo que debía viajar a Venezuela para disputar el Sudamericano no estaban. Tampoco estaban pagos los seguros, lo que impedía que, tanto ese combinado como el seleccionado “A”, que comenzaba a entrenarse con vista al Mundial, pudieran entrenar con contacto físico. La aparición de Zanni (y Santa María) solucionó esos problemas urgentes.
Sin embargo, el mayor motivo de disputa es la auditoría que debe realizarse. Siri y Zanni tuvieron propuestas diferentes y ambas fueron abortadas. Hay una deuda documentada con los jugadores que alcanza los 5 millones de pesos. Además, según cuenta Fabían García en el portal Básquet Plus, aparecen en el debe otros números llamativos: una cueva porteña es acreedora por 3,7 millones, por ejemplo. O el hecho de que la CABB cedió 50000 euros en tickets para el Mundial a la Jumanjú S.A., perteneciente a los suegros del ex presidente Vaccaro.
Aunque en circunstancias normales la gran noticia en el marco de la preparación podría ser la recuperación de Emanuel Ginóbili de su lesión, o la clasificación a la final del Sudamericano -donde Argentina enfrentará al local Venezuela, tras el gran triunfo 79-68 ante Uruguay-, hoy debe hablarse de la posibilidad aún latente de que los jugadores decidan no participar del Mundial de España, y de la chance de una intervención estatal en la CABB, que podría derivar en la desafiliación de la Federación Internacional de Básquetbol (FIBA).
El capitán Scola aseguró en conferencia de prensa: “Vamos a empezar a entrenar y confiamos en que vamos a jugar. No queremos estar todos los días amenazando con que no vamos al Mundial”. Se entiende de sus declaraciones que los jugadores participan activamente en esta crisis, y son por ende concientes de que su papel, como Generación Dorada, excede ampliamente lo que puedan dejar en el parquet. Cambiaron la historia del básquet argentino, y están peleando para asegurar la persistencia de su legado.
Mientras tanto, apareció Germán Vaccaro con una carta llena de frases vacías, en la cual no explicó ninguno de los hechos que se le adjudican. Casi al mismo tiempo, el Consejo Directivo de la CABB retomó el tema de la auditoría, que ahora se realizará en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, y convocó a una reunión ampliada con los presidentes de las Federaciones a fin de hacerle cambios al estatuto, para que incluya a todos los integrantes del básquet, y una nueva elección de presidente.
Así, se aleja un poco el fantasma de la intervención y comienza a vislumbrarse una luz al final del camino. Puede considerarse que se trata de una crisis de crecimiento. La Confederación no estuvo a la altura de las circunstancias. La Generación Dorada, con muchos jugadores en el final de su carrera internacional, unos cuantos con vocación de dirigentes, todos ellos concientes de su importancia para el deporte, participa activamente de este proceso. Quieren poner al organismo rector del básquetbol a la altura del brillante desempeño deportivo. Ojalá lo logren.
Nicolás Zyssholtz – @likasisol
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