Festejos, incidentes y represión

Foto: Cristina Robles

Este domingo, tras la final del Mundial donde Argentina cayó 1 a 0 en el alargue ante Alemania, en todo el país se llevaron a cabo concentraciones para celebrar el buen desempeño de esta selección. Lamentablemente en algunos lugares hubo desmanes y, como casi siempre, una desmedida represión policial.

Ni bien finalizó el último partido de Brasil 2014, miles de personas se comenzaron a concentrar en distintos puntos del país para alentar a la selección Argentina que, si bien cayó en la final, jugó un gran torneo.

El siempre convocante Obelisco de la Ciudad de Buenos Aires se vio desbordado a los pocos minutos de terminado el partido. Miles de personas fueron llegando de distintos puntos de la ciudad y se sumaron a quienes habían visto el partido en el lugar. Como a lo largo de todo este mes se mezclaron familias con chicos, grupos de amigos, gente de todas las edades.

Sin embargo, de un momento a otro un grupo de personas comenzó a realizar desmanes destruyendo algunos negocios y agrediendo a móviles de distintos medios de comunicación. Allí entró en acción la policía que, mediante una represión absolutamente desmedida arrojó agua desde un camión hidrante y bombas de gas lacrimógeno contra todos los presentes sin reparar en la presencia de niños y niñas que se encontraban allí festejando. Según datos oficiales hubo 15 personas heridas y más de 50 personas detenidas.

Lamentablemente la escena se repitió en otros puntos del país. En la ciudad de Córdoba la concentración se dio en el cruce del boulevard San Juan y la avenida Vélez Sársfield. Al igual que en la Ciudad de Buenos Aires, de pronto un grupo de personas comenzó a realizar desmanes y la policía reprimió indistintamente. Secuencias casi idénticas se vivieron en La Plata y Mar del Plata.

Fotos de los festejos antes de los incidentes