Una joya en el espacio

Se lo conoce popularmente como “el planeta diamante” desde que un grupo de científicos de la Universidad de Yale descubrieron que el planeta 55 Cancri e, dos veces mayor que la Tierra, está efectivamente compuesto por diamante.

El planeta diamante orbita en torno a una estrella similar al Sol, en la constelación de Cáncer, a 40 años luz de la Tierra, y lo hace tan rápido que un año dura tan solo 18 horas. El investigador principal de la Universidad de Yale explicó que la superficie de dicho planeta está cubierta de grafito y diamante, en vez de agua y granito.

Para entender un poco más de qué se trata este proceso, Notas dialogó con la geóloga Yael Romano D´Elía de la empresa Schlumberger. “El grafito y el diamante son minerales polimorfos, esto significa que dos minerales con propiedades diferentes pueden tener exactamente la misma composición química. La diferencia radica en el ordenamiento interno de sus átomos, es decir, en su estructura cristalina”, explicó la geóloga.

Además, la entrevistada destacó que “el grafito, al igual que el diamante, es una sustancia natural constituida por átomos de carbono pero sus átomos se entrelazan en láminas que se unen a través de fuerzas eléctricas muy débiles. Estos enlaces permiten que las láminas de carbono se deslicen fácilmente unas respecto a las otras, lo que hace al grafito un mineral gris y blando, del cual se fabrica la mina del portaminas, mientras el diamante es el mineral más duro que existe”.

El planeta diamante tiene la característica de ser extremadamente caliente, llegando a alcanzar temperaturas de hasta 2.000 grados. Su tamaño no sólo duplica al de la Tierra, sino que su masa es ocho veces mayor. El estudio de los científicos de Yale determinó que al menos un tercio de la masa del planeta está compuesto por diamante, pero principalmente contiene mucho carbono. La entrevistada explicó que “el carbono es la base de la química orgánica conociéndose más de 15 millones de compuestos cuya base es de carbono”.

La excentricidad de este planeta radica en pensarlo como la joya más grande que se ha descubierto. La geóloga Romano D´Elía definió qué factores hacen que un mineral sea considerado una piedra preciosa. “Solo se consideran piedras preciosas las muestras minerales cuya calidad es tal que puede superar el precio del procesamiento. La mayoría de las piedras preciosas en estado natural son opacas pudiendo pasar desapercibidas, es por ello que necesitan ser pulidas y cortadas por profesionales antes de evaluar su verdadera belleza”.

Con respecto a la clasificación, la geóloga aclaró que “existen dos categorías: Piedras preciosas y semipreciosas. Las primeras tienen belleza, durabilidad, brillo, tamaño y rareza mientras que las semipreciosas solo tienen una o dos de estas cualidades. Las gemas más valoradas son los Diamantes, Rubíes, Esmeraldas y alguna variedad de Ópalo, mientras que todas las demás son consideradas semipreciosas”.

¿Pero qué es lo que hace que el diamante sea una joya? “el Diamante tiene una extrema dureza externa, lo que lo convierte en el mineral más duro, otorgando una gran resistencia a la abrasión diaria, permitiendo así su prologada durabilidad. Esta, además de su belleza, brillo y rareza es la razón fundamental por la cual el diamante es considerado una joya”, concluyó la geóloga.
No es la primera vez que se descubre un planeta con estas características, pero es el primero que se encuentra orbitando una estrella similar al Sol, tan cercano a la Tierra y de un tamaño superior.

Verónica Mandrini – @VeroMandrini