5 julio, 2014
Perpetua para Menéndez y Estrella por el crimen de Angelelli
Pasadas las 15.30 el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de La Rioja comunicó la sentencia a prisión perpetua para […]

Pasadas las 15.30 el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de La Rioja comunicó la sentencia a prisión perpetua para Luciano Benjamín Menéndez y Luis Fernando Estrella en el juicio oral por el homicidio del obispo Enrique Angelelli, ocurrido en 1976.
«Hoy es un día de gloria, felicidad y alegría para todos los riojanos y los que han venido a esta provincia», declaró Hilda Moreno de Rigacci, colaboradora de monseñor Enrique Angelelli, en diálogo con Radio Del Plata. El juicio duró ocho meses y contó con alrededor de 100 testigos.
El tribunal estuvo integrado por los jueces José Camilo Nicolás Quiroga Uriburu, Carlos Julio Lascano y Juan Carlos Reynaga y además de los condenados estaban acusados los fallecidos Jorge Rafael Videla, Juan Carlos Romero y Albano Harguindeguy. El fallo dictó también la revocación de la prisión domiciliaria que cumple Menéndez por otros delitos de lesa humanidad.
El asesinato de Angelelli ocurrió el 4 de agosto de 1976 y la policía y las fuerzas militares lo intentaron encubrir como un accidente. El auto en el que se encontraba el obispo fue envestido violentamente por otro auto, “accidente” que causó su muerte, mientras regresaba a la capital de la provincia desde la ciudad de Chamical, donde había investigado el asesinato de los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longueville. Según la versión policial, el padre Arturo Pinto (que iba al volante) había tenido una pérdida de conciencia momentánea y perdido el control del vehículo. El vuelco del auto se produjo en la localidad de Punta de Los Llanos, a unos 100 kilómetros al sur de la ciudad de La Rioja.
En 1986, la Justicia reabrió la causa y consideró probado que se había tratado de un homicidio, pero luego se sancionaron las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y quedó archivado hasta que se anularon en 2003.
Según la investigación judicial, el vehículo del obispo fue embestido por otro que lo hizo volcar, tras lo cual Angelelli fue retirado del auto, golpeado en la nuca y su cuerpo arrastrado hasta el medio de la ruta, donde quedó tendido en forma de cruz.
Angelelli había escrito una carta al Vaticano, que fue leída en el juicio. Allí decía que estaban «permanentemente obstaculizados para cumplir con la misión de la Iglesia». «Personalmente, los sacerdotes y las religiosas somos humillados, requisados y allanados por la policía con orden del Ejército», aseguraba el obispo en documentos que fueron facilitados a la justicia argentina por el papa Francisco, ya que se encontraban en los archivos del Vaticano tras haber sido ignorados por el entonces pontífice Pío Laghi.
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