Derechos Humanos

4 julio, 2014

Tanto en la Tierra como en la Tierra

Este viernes se dará a conocer la sentencia en la causa por el asesinato del obispo Enrique Angelelli durante la última dictadura militar.

Este viernes se dará a conocer la sentencia en la causa por el asesinato del obispo Enrique Angelelli durante la última dictadura militar.

En pocas horas el “Obispo rojo” tendrá su redención terrenal. Esta tarde el tribunal integrado por los jueces José Camilo Nicolás Quiroga Uriburu, Carlos Julio Lascano y Juan Carlos Reynaga, del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de La Rioja darán a conocer la sentencia por la muerte de Enrique Angelelli, quien fue envestido violentamente por otro auto, «accidente» que causó su muerte, mientras regresaba a la capital de la provincia desde la ciudad de Chamical, donde había investigado el asesinato de los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longueville,

El juicio comenzó noviembre del año pasado. La fiscalía pidió prisión perpetua para el jefe del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, y uno de los dos jefes de la Base Aérea del Chamical, Luis Fernando Estrella. Los abogados defensores pidieron la absolución y sostuvieron la versión inicial de la policía que indicaba que el padre Arturo Pinto (que iba al volante) había tenido una pérdida de conciencia momentánea y perdió el control del vehículo.

Además de Estrella y Menéndez estaban imputados otros tres represores que fallecieron antes del inicio del demorado proceso. A los que sobrevivieron a la impunidad del tiempo les cabe la acusación de homicidio calificado y asociación ilícita agravada.

Desde la fiscalía subrayaron que en el sumario policial realizado por el supuesto accidente figuraba que una de las ruedas del móvil en el que viajaba Angelelli tenía un pequeño orificio similar a las perforaciones de bala. Además, puntualizaron que «llamativamente» ese neumático nunca se encontró.

Es que Angelelli molestaba.

Los “Cruzados de la Fe de la Costa”, un grupo de terratenientes entre los que figuran Amado y César Menem (familiares del senador y ex presidente Carlos Menem) -del departamento de Castrobarros- hostigaban al sacerdote a través de las páginas del diario “El Sol” con solicitadas en las que lo denigraban llamándolo “Satanelli”, “obispo rojo” u “obispo marxista”. Y bastante de asidero tenía el enojo de la oligarquía: desde años atrás se venían disputando un predio de tierras muy ricas para el cultivo de vid que estaban deshabitadas y habían quedado sin dueño.

Y molestaba tanto que hasta al Vaticano llegaron sus palabras de denuncia por la muerte de dos sacerdotes en julio de 1976. Esto pone en aprietos a la Santa Sede, ya que el Señor entonces sí sabía, aunque Pío Laghi sostuviese en entrevistas posteriores que nunca supo nada de lo que había ocurrido en Argentina.

Es que lo que se está juzgando además del hecho es el contexto sociopolítico en el que fue cometido ese atentado, se esta juzgando la sistematicidad de la muerte como forma de eliminación de la oposición política, se está juzgando el silencio cómplice de las jerarquías eclesiásticas.

Se está juzgando. Tanto en la tierra como en la Tierra.

Victoria Silber – @vicsilber

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