Nuevo DNI Inteligente

Qué hay de novedoso en el chip que se propone para el próximo Documento Nacional de Identidad.

Luego de firmar un acta acuerdo con la casa de la Moneda Española en Madrid, el Ministro de Interior y Transporte Florencio Randazzo sostuvo que en breve comenzaría a utilizarse “un documento único electrónico e inteligente que va a transformarse en una tarjeta para poder no solamente ser un elemento de identidad del ciudadano, sino interactuar con todos los servicios: públicos y privados”. Agregó también que “tendrán incorporados la tarjeta SUBE en el documento, la historia clínica, los datos del ANSES y los datos del PAMI”.

El desplazamiento hacia lo digital de las nuevas tecnologías de control aplicadas por el Estado ha sido frecuentemente generador de polémicas. La premisa que indica que todo lo que es programable puede ser vulnerado resulta vox populi para los usuarios en las redes sociales,  donde el hacking es cotidiano. La incorporación del chip, que ahora nos coloca “a la vanguardia a la altura de identidad y a la altura de los países europeos”, según las palabras del ministro, agilizará una lista de engorrosos trámites y coexistirá, al menos por un tiempo, con la forma actual de identificación. Pero a la fecha, la página oficial para la tramitación vía web del DNI no muestra información acerca de la nueva incorporación tecnológica.

Controversia

La utilización de una plataforma digital presupone siempre un riesgo de seguridad; como las enfermedades, que siempre van por delante de las vacunas. Cargada en servidores está la información biométrica de cada ciudadano: foto, nombre, apellido, direcciones, estado civil, registro de conducir, veraz comercial, etc. En otro lado, otro servidor almacena qué colectivos toma, en qué horario, o qué vuelos y a dónde. Los shoppings con tarjetas propias de descuento o financiación también almacenan esos datos. Tarjetas de crédito, SUBE, débito, DNI, pasaporte, ciudadanías, multas, cajeros… Todas son bases de datos, donde cada cliente o usuario está identificado y correspondido con un historial.

La unificación de todos esos servidores, aun cuando cada uno agregue un campo más a la base, sigue sin ser un desafío para cualquier software de análisis. Su trabajo se reduce a una palabra: filtrar. Una vez identificado un sujeto, la compilación de la información de todos los servidores donde se encuentre esa entrada estará a disposición de quien tenga el teclado.

El avance veloz en la implementación de tecnologías digitales a la hora de identificar a una persona roza la libre capacidad de privacidad a la que todo ciudadano tiene derecho. Varias organizaciones, como la Fundación Vía Libre y la Asociación por los Derechos Civiles, además de numerosos usuarios que vía Twitter mencionan al ministro Randazzo y el #nuevodni, manifestaron su descontento ante la implementación.

Existe además un criterio de lógica que recae sobre la finalidad legal de todo el asunto: el DNI es necesario para ser identificado pero pagar el colectivo con él quizás no sea lo más adecuado.  No se sabe muy bien cuándo y cómo esta medida cobrará vigencia en la práctica; mientras, sólo se puede esperar más información al respecto. Resulta crítico saber qué va a hacerse con tanta información. Y resulta apocalíptico pensar que toda esa información puede llegar a ser vulnerada.

El Lic. Andrés Perez Esquivel, miembro de la Red Latinoamericana de Vigilancia, Tecnología y Sociedad afirmó en diálogo con TardePeroNoTanto (AM 1050), que el asunto es riesgoso y que “hay que tener en cuenta q estas tecnologías se tienen que aplicar con objetivos bien claros, bien definidos y con muchos mecanismos de control”. Con respecto a la vulnerabilidad del sistema, Perez Esquivel explicó también que “Lo que está planteando Randazzo es una llave maestra” para ingresar a la priva uno de los ciudadanos y que “la base de datos SIBIOS (actual base de datos desde 2011), ya ha presentado fisuras en la seguridad: en las últimas elecciones nacionales la consulta del padrón contenía todas las fotos y con un script muy sencillo se podía descargar la información de 40 millones de argentinos”.

Santiago Valcarcel – @klownbird