Fútbol

27 junio, 2014

La suspensión de Suárez: delirios de conspiraciones y otras sanciones

Este jueves se armó un revuelo en el mundo del fútbol. Luis Suárez fue sancionado por morder a un defensor italiano y un amplio espectro de periodistas progresistas salieron a denunciar lo sospechosamente “exagerado” de la sanción. Cuando la historia se olvida.

Este jueves se armó un revuelo en el mundo del fútbol. Luis Suárez fue sancionado por morder a un defensor italiano y un amplio espectro de periodistas progresistas salieron a denunciar lo sospechosamente “exagerado” de la sanción. Cuando la historia se olvida.

El delantero uruguayo Luis Suárez fue suspendido por nueve partidos internacionales y cuatro meses en su club por morder al defensor italiano Giorgio Chiellini en el último partido de la primera fase del Mundial de Brasil. La sanción se dio posteriormente, ya que durante el encuentro el árbitro no advirtió la jugada por lo tanto la FIFA actuó de oficio.

Obviamente es objeto de debate si la sanción es exagerada o podría haber sido menor. No nos parece relevante discutir si en vez de nueve partidos debían ser seis o cuatro. Sin embargo, si resulta llamativa la defensa irrestricta que se ha hecho desde cierto sector del periodismo y el progresismo en general del jugador uruguayo.

¿Desde cuándo una conducta antideportiva como morder a un jugador no se debe sancionar? Ni siquiera es una jugada violenta relacionada con el juego como una patada o un cabezazo, es una acción deliberada fuera de lugar.

A esto hay que sumar que Suárez ya había mordido dos veces anteriormente a otros jugadores. Motivo por el cual también había sido sancionado. Siete fechas cuando jugaba en Holanda y diez en Inglaterra donde juega ahora. ¿Qué es lo que sorprende en esta oportunidad? ¿Qué la FIFA puso la misma sanción que dos federaciones distintas anteriormente? ¿Suárez no tiene responsabilidad y es solo una víctima de un complot anti uruguayo?

La irresponsabilidad de Suárez fue absoluta. Si el árbitro o el juez de línea advertían lo que hizo debería haber sido expulsado inmediatamente. En ese momento el partido estaba 0 a 0 y quien podría haber quedado afuera del Mundial no era Suárez sino todo el equipo uruguayo.

Se puede decir que la FIFA no sancionó de la misma forma a otros jugadores que deberían haber recibido algún tipo de apercibimiento. Por ejemplo a Neymar por el codazo que dio en el partido inaugural. Sin dudas, la federación está plagada de decisiones parciales pero eso no inválida que alguien que muerde a otro jugador sea suspendido. Morder no está permitido en ningún deporte ni es un resultado “casual” de una jugada desafortunada (como si puede ser una patada).

Además, tampoco esto es una conspiración contra Uruguay y el “fantasma del Maracanazo”. No es la primera vez que la FIFA sanciona a jugadores o equipos posteriormente a los partidos. Haciendo un repaso rápido tenemos:

– Eliminatorias a Italia 90: el arquero chileno Roberto Rojas se cortó con una navaja el rostro y denunció que fue una bengala que cayó a la cancha. El objetivo era suspender el partido con Brasil en el Maracaná y que sancionaran al local. El partido fue suspendido pero luego se descubrió la trampa. Chile fue descalificado y se le prohibió participar del Mundial de 1994.

– Estados Unidos 1994: el defensor italiano Mauro Tassotti fue suspendido por ocho partidos por el codazo que propinó al español Luis Enrique en el partido de Cuartos de Final. Se perdió el resto del Mundial donde su equipo llegó a la final.

– Alemania 2006: Zinedine Zidane fue suspendido por tres partidos por dar un cabezazo al defensor italiano Marco Materazzi en la final del torneo. Zidane recibió además una multa de 7.500 francos suizos que fue lo único que pagó ya que se retiró del fútbol tras ese partido. Por su parte, Materazzi, que admitió haber insultado al francés, fue sancionado con dos partidos y una multa de 5.000 francos suizos.

En ese mismo mundial el italiano Danielle de Rossi fue sancionado con cuatro partidos de suspensión por el codazo que le dio en la cara al estadounidense Brian McBride, durante el encuentro que ambas selecciones disputaron en la primera fase. También se impuso una suspensión de tres partidos al argentino nacionalizado estadounidense Pablo Mastroeni, expulsado por una dura entrada en ese mismo partido.

– Eliminatoria Brasil 2014: el defensor croata Josip Simunic fue suspendido diez encuentros por «comportamiento racista» tras el partido entre Croacia e Islandia correspondiente a la ida del repechaje clasificatorio en noviembre de 2013. El capitán del equipo terminó el partido y realizó un saludo fascista a la hinchada. No pudo jugar el Mundial.

Habiendo descartado que la sanción a Suárez (por algo que hace por tercera vez) es novedosa y que esto no es algo que la FIFA hizo por primera vez en su historia con el solo objetivo de atacar a Uruguay y hacerle un guiño a Brasil, Inglaterra e Italia (estos últimos dos eliminados de la Copa por los uruguayos) ¿qué nos queda? Ah sí, que Suárez es un pibe de barrio, humilde y de un pequeño país de América Latina.

Ese es el último refugio al que uno se puede recluir. La mística futbolera de los que “se hicieron desde abajo”. Tampoco faltó quién hizo la comparación con Maradona en el 94. Algo absolutamente ridículo teniendo en cuenta que el doping positivo de aquella oportunidad estuvo plagado de irregularidades a las que no se tuvo acceso mediante las cámaras de televisión de todo el mundo. Algo que sí pasó con este mordisco desubicado.

Finalmente, para acabar con el relato bienpensante del “humilde jugador” uruguayo podemos recordar otro tipo de sanción que tuvo, por otro tipo de conducta antideportiva. En 2011 fue suspendido por ocho partidos en la liga inglesa por comentarios racistas contra el defensor francés del Manchester United, Patrice Evra. En un partido en el que se enfrentaban el Liverpool y el United, Suárez sistemáticamente insultó al defensor por su color de piel.

Si bien en un primer momento el jugador y el club desmintieron que esto fuera cierto, finalmente Suárez pidió disculpas públicamente. A confesión de partes, relevo de pruebas.

Que quede claro, Luis Suárez es un jugador de fútbol excepcional. Sin temor podemos decir que es el responsable número uno de que Uruguay no haya quedado eliminado en primera ronda. Justamente por eso duele que haya hecho una acción tan infantil que nos priven durante el resto del Mundial de su buen juego.

 

Gabriel Cunha Matos

 

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas