13 junio, 2014
Pistas en el caso de la desaparición de Fernanda Aguirre
Una mujer que logró escapar de una red de trata aseguró haber visto a Fernanda Aguirre, joven entrerriana secuestrada en 2004, en un prostíbulo de San Luis. Así se le dio un nuevo impulso a la investigación.

Una mujer que logró escapar de una red de trata aseguró haber visto a Fernanda Aguirre, joven entrerriana secuestrada en 2004, en un prostíbulo de San Luis. Así se le dio un nuevo impulso a la investigación.
En un programa de televisión una víctima de trata sexual afirmó haber estado con Fernanda Aguirre. La chica, identificada por el nombre de Nerea Soledad, fue secuestrada en Misiones y trasladada a San Luis cuando tenía 11 años. Dijo que vio a Fernanda en un prostíbulo de esa provincia.
La chica dijo que conoció a Fernanda Aguirre cuando la adolescente entrerriana estaba embarazada y que los proxenetas la obligaron a tener relaciones sexuales hasta el último momento antes de parir. «Cuando tuvo a su hijo, yo misma limpié la sangre, pero después no la vi más», contó.
«No pude hablar con Fernanda pero la vi, sé que dio a luz a un varoncito. Las dos éramos muy chicas. La encontré en el interior del prostíbulo estando embarazada y me llamó la atención por todo lo que le hacían en ese estado», añadió la joven, quien dijo que el encuentro se produjo varios años atrás.
Es que Nerea Soledad estuvo secuestrada durante seis años y pudo escapar en 2010. Hace una semana se acercó a la Asociación Avivi (Ayuda a Víctimas de Violación) en busca de acompañamiento. Allí se le mostraron imágenes de mujeres desaparecidas y cuando llegó a la foto de Fernanda, Nerea la identificó.
“La causa que se tramita en el Juzgado tiene por objeto dar con el paradero de Fernanda Aguirre y, aunque este delito ya fue juzgado y hay una persona presa, dado que el cuerpo no fue encontrado, la Justicia sigue investigando para dar con su paradero”, explicó la jueza de Paraná, Marina Barbagelata.
Fernanda fue secuestrada el 25 de julio de 2004, en San Benito, un pequeño pueblo de 6 mil habitantes cerca de Paraná. Un mes después de su desaparición, la policía detuvo a Miguel Lencina, un vecino con antecedentes penales por homicidio. El hombre no llegó a ser juzgado porque apareció ahorcado en su celda. Sin embargo, tres años después de la desaparición se realizó el juicio y un Tribunal de Paraná condenó a 17 años a la esposa de Lencina, Mirta Analía Chaves. Para la Justicia, la mujer fue coautora material y responsable del delito de secuestro.
El sobrino de Lencina, que se encontraba con él ese día, dio testimonios claves para la investigación. El muchacho sostuvo que aquel día se cruzaron a Fernanda. Lencina la tomó del cuello y la llevó hasta un descampado. Ahí se la ofreció a su sobrino para debutar sexualmente, pero él aseguró que rechazó la propuesta. Según el joven, Lencina le preguntó a Fernanda si sus padres tenían plata.
La policía y la Justicia dieron con Lencina y su mujer porque días después de la desaparición, la familia de Fernanda recibió un llamado en el que pedían un rescate de 2.000 pesos. El caso fue juzgado como secuestro ya que todavía no existía la ley de trata.
María Inés Cabrol, madre de Fernanda, murió en mayo de 2010 en una clínica de Buenos Aires a causa de una leucemia. «En cada cara de chica que veo busco a mi hija», dijo en su última declaración a los medios, en la que consideró que la desaparición de Fernanda marcó «un antes y un después en el tema de la trata”.
El año pasado el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación elevó a 150 mil pesos la recompensa para quien aporte datos sobre el paradero de Fernanda Aguirre. El programa nacional de Coordinación para la Búsqueda de Personas Ordenadas por la Justicia, en el teléfono (011) 5300-4020 atiende llamados para quienes puedan aportar información.
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