2 junio, 2014
El rey de España dejó el trono y asumirá su hijo
Juan Carlos I, hasta este lunes rey de España, abdicó del trono. Si bien los motivos de la renuncia planteados por el monarca aluden a abrir paso a “nuevas generaciones”, los escándalos por malversación de fondos públicos en el medio de la crisis económica aparecen como un motivo más creíble.

Juan Carlos I, hasta este lunes rey de España, abdicó del trono. Si bien los motivos de la renuncia planteados por el monarca aluden a abrir paso a “nuevas generaciones”, los escándalos por malversación de fondos públicos en el medio de la crisis económica aparecen como un motivo más creíble.
Tras 39 años de reinado y a los 76 años de edad, Juan Carlos I dejó el trono de España. Así lo anunció durante la mañana del lunes el presidente Mariano Rajoy y luego el propio monarca a través de un video grabado. Ahora deberá asumir su hijo quién se convertirá en el rey Felipe VI.
El rey deja «una impagable deuda de gratitud» a todos los españoles, afirmó Rajoy en suanuncio desde el Palacio de la Moncloa, sede del Ejecutivo. El presidente de España agregó que convocó a un Consejo de Ministros extraordinario para tramitar la renuncia del rey al trono, mediante la aprobación de una Ley Orgánica como establece la Constitución española. Es que las leyes españolas no tienen prevista la abdicación de un rey antes de su muerte.
«Quiero transmitir que este proceso se desarrollará en un contexto de estabilidad institucional y como prueba de la madurez de nuestra democracia», dijo Rajoy. Por último, indicó que espera que en un plazo «muy breve» el Parlamento proclame como rey al príncipe Felipe.
Por su parte, el rey Juan Carlos sostuvo: «Doy mi gratitud por el apoyo brindado. Fiel al anhelo de mi padre he querido ser rey de todos los españoles. He gozado de vuestros éxitos y padecido sus dolores», dijo durante el mensaje grabado. «Estos difíciles años nos han permitido hacer un balance de nuestros errores y tomar conciencia de lo que somos capaces de hacer, y lo que hemos sido y somos: una gran nación», afirmó el rey.
«Hoy merece pasar al frente una generación más joven y, en este sentido, el príncipe Felipe tiene la madurez y el sentido de responsabilidad necesario como para abrir una nueva etapa de esperanza en la que se combinen la experiencia adquirida y el impulso de una nueva generación, para lo cual contará con el apoyo de la princesa Letizia», añadió el ahora ex monarca.
El reinado de Juan Carlos y la legitimidad de la monarquía
El monarca que ahora deja su cargo ha sido presentado siempre como un fiel defensor e instrumentador de la democracia española tras la feroz dictadura de Francisco Franco que culminó en 1975 (año en que Juan Carlos asumió como rey).
Es verdad que el rey cumplió un papel importante ante el intento de golpe de Estado de 1981 dando un mensaje público en defensa de la democracia que restó apoyo popular y político a los golpistas. Sin embargo, muchas veces se olvida la buena relación que tenía el entonces príncipe Juan Carlos con el dictador.
Si bien Franco se enfrentó con el rey Alfonso XIII (quién se exilió en Portugal durante varios años tras abdicar en 1941) nunca tuvo como principal enemigo a la familia real. Fue así que en a fines de los años 40 acuerda con Alfonso que su nieto Juan Carlos se eduque en España. Finalmente en 1969, a propuesta del general Franco, Juan Carlos fue designado por las Cortes Españolas sucesor en la Jefatura del Estado, a título de rey.
Ya como rey, Juan Carlos forma parte del proceso que llevará adelante la transición democrática y convertirá a España en una monarquía parlamentaria cumpliendo, como se dijo antes, un importante papel en el desbaratamiento del intento de golpe de Estado de 1981.
Durante los últimos años de su mandato, sin embargo, con la crisis económica vivida en toda Europa y con particular énfasis en España, la monarquía perdió gran parte de su legitimidad. El nivel de vida ostentoso y los lujos propios de la época feudal, con reyes, reinas y príncipes viviendo en enormes palacios mientras la población era desahuciada de sus casas, generaron protestas. A esta situación se sumó la imputación legal de la infanta Cristina, hija de Juan Carlos, por malversación de fondos estatales y fraude.
Todo este panorama influenció a Juan Carlos a tomar la decisión actual de renunciar, buscando que su hijo Felipe (que posee una mejor imagen positiva según las encuestas) permita renovar el perfil de la monarquía y salvarla de esta crisis.
A pesar de ello, con su renuncia se ha reactivado el debate (impulsado sobre todo por partidos de izquierda) de realizar un referéndum para que el pueblo español decida sobre la continuidad o no de la monarquía. Por el momento esto resulta poco probable bajo el gobierno conservador del Partido Popular quién se preocupará los próximos días por agilizar la sucesión mediante las leyes aprobadas en el parlamento.
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