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30 mayo, 2014

Dos años de circo: Ley antitrata en Córdoba

La lucha contra la trata que comenzó en 2012 con la sanción de la Ley 10.060 se ha convertido, en la realidad tangible, en una mera compilación de números tras la cual quedan ocultas las voces y las vidas de muchas mujeres. Repaso de la historia de esta ley en Córdoba.

La lucha contra la trata que comenzó en 2012 con la sanción de la Ley 10.060 se ha convertido, en la realidad tangible, en una mera compilación de números tras la cual quedan ocultas las voces y las vidas de muchas mujeres. Repaso de la historia de esta ley en Córdoba.

El 30 de Mayo de 2012 se sancionó una ley que casi no se debatió y que se hizo sin tener en cuenta a muchos sujetos que se ven involucrados. Repasamos los dos años de existencia de la ley, de la soberbia con la que se estableció y se mantiene hasta hoy en día y sobre todo de la realidad contada en números que no coinciden con las realidades de las personas involucradas en un delito tan complejo como lo es la trata de personas.

En las mañanas calurosas del mes de mayo, el centro de la ciudad de Córdoba se respiraba tranquilo y armonioso. Deambulaban, como siempre, miles de personas que iban a trabajar y a hacer las compras. Llamaba la atención las vallas policiales que se erigían ante el imponente edificio de la Legislatura Provincial, símbolo de que allí adentro los aires se respirarían con mayor efervescencia. Algunas mujeres fueron acercándose a las vallas. Los efectivos seguían cumpliendo su rol al proteger los muros de posibles conflictos. Eugenia Aravena, secretaria general de AMMAR Córdoba, se acercó a un oficial con un cartel en el que se leía: “Trata de personas no es = a Trabajo Sexual” y le pedía acceder al debate parlamentario que se estaba llevando a cabo en el interior de la legislatura para poder exponer su punto de vista. Luego, esas mujeres se multiplicaron, como también los carteles, los bombos y redoblantes. Afuera pedían al unísono ser escuchadas.

“Lo que se persigue con ésta ley es al último eslabón de una cadena pesada, sin ir al hueso”, vociferaba la legisladora por el Frente de Izquierda de los Trabajadores, Liliana Olivero, una de las únicas que al menos debatió algunos argumentos.

En el segundo aniversario de la sanción de la Ley 10.060, el delito de trata de personas en nuestra ciudad, sigue siendo un tema incierto. Aunque para tales fines se creó la Secretaría de Asistencia y Prevención a la víctima de trata, los resultados obtenidos por éste órgano gubernamental sólo tienen legitimidad a los fines propagandísticos ya que al parecer los programas pensados desde este organismo han fallado y la realidad se les desborda permanentemente. Tal vez por estos motivos, en Marzo de este año, renunció Amelia Chiófalo a la conducción de la Secretaría, aunque los medios dicen que fue por causas personales, existen motivos de sobra para pensar que la temática se les fue de las manos. Algunos de los puntos débiles son, en primer lugar la falta de exactitud con la que se definen (y cuentan) los delitos, sin diferenciar ni en la práctica, ni en la teoría, la trata con el trabajo sexual. Por otro lado, la misma suerte se corre con los imputados, Cuántos son y de qué delito se los acusa exactamente?. En el medio pasamos por las ayudas económicas jamás brindadas y la renuncia de Chiófalo con varios escraches encima.

Los datos lanzados por los informes expedidos hasta Agosto del año pasado revelan que se asistieron aproximadamente a 600 víctimas de trata, explotación sexual y laboral, de las cuales el 95% corresponden al delito de trata por explotación sexual. Según uno de estos informes se iniciaron 120 causas en la justicia provincial y 50 en la justicia federal, de las cuales 40 pertenecen al delito de trata de personas con explotación sexual.

600 Víctimas: ¿De qué delito?

En Córdoba hay varias situaciones que pueden darse al momento de “rescatar” a una víctima, por eso no se sabe con exactitud cuántas mujeres son víctimas reales de Trata. Al realizarse los allanamientos a los prostíbulos o whiskerías, las mujeres que se encuentran allí son llevadas a la Secretaría de trata y se les hace firmar una planilla en donde aparecen como víctimas de trata rescatadas, pero muchas aseguran ser trabajadoras sexuales. Para la secretaría, y para la ideología que impera en la ley, las trabajadoras sexuales también forman parte de la misma planilla porque son víctimas de explotación sexual. Primer error: No es lo mismo trata de personas que trabajo sexual. Éste último es ejercido por mujeres mayores de edad que lo eligen voluntariamente.

En la práctica no sólo es lo mismo trata y trabajo sexual, sino que según el testimonio de varias mujeres afiliadas a AMMAR, también ocurre en la práctica que a las trabajadoras organizadas en cooperativas que abren la puerta en un allanamiento se las acusa de proxenetas y se les aplica el Art. 46 bis del Código de faltas por violación a la prohibición de whiskerías. Las trabajadoras sexuales si terminan presas o detenidas, es algo muy común a lo que se ven expuestas permanentemente. Sobre ésto, Liliana Olivero agrega, “Sobran prontuarios de trabajadoras sexuales, pero no vemos dedos pintados de proxenetas, de los mercaderes de personas y de los capitalistas, quienes son los grandes mafiosos de éste negocio”. A dos años de la ley anti trata seguimos desconociendo la cantidad de víctimas reales de éste delito, como también permanecen anónimos los nombres de los proxenetas y opresores, no nos dejemos obnubilar por la propaganda, es circo, maroma y teatro.

 

Lucía Weller – @luciaweller

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