6 mayo, 2014
Waters sigue rompiendo la pared
Roger Waters y Nick Mason, fundadores de Pink Floyd, llamaron públicamente a los Rolling Stones a suspender su concierto en Tel Aviv del próximo 4 de junio planteando que tocar hoy en Israel es el «equivalente moral» de tocar en Sudáfrica durante el Apartheid.

Roger Waters y Nick Mason, fundadores de Pink Floyd, llamaron públicamente a los Rolling Stones a suspender su concierto en Tel Aviv del próximo 4 de junio planteando que tocar hoy en Israel es el «equivalente moral» de tocar en Sudáfrica durante el Apartheid.
Hace unos pocos días los Rolling Stones anunciaron para el próximo 4 de junio un histórico concierto en Tel Aviv, que marcaría su primera presentación en tierras israelíes, pero los cuestionamientos del activismo pro palestino no tardaron en llegar. De entre las críticas se destaca la de un histórico defensor de los derechos palestinos contra la violencia racista del sionismo. Roger Waters y Nick Mason, dos miembros de la formación original de la mítica banda inglesa, que no suelen estar de acuerdo en nada, coincidieron en llamar a los Rolling Stones a cancelar su concierto en Israel mediante una carta pública en la que plantean: “Nosotros dos, fundadores de Pink Floyd, apoyamos la asociación benéfica y no violenta Boycott, Divestment and Sanctions que tiene como objetivo el fin de las discriminaciones raciales, de la negación de los derechos humanos y de la ocupación militar de Israel en Palestina”.
En otros tramos de la carta, que fue reproducida por la prensa israelí, Waters y Mason caracterizan al gobierno de Israel como “un régimen injusto y racista” y cuestionan la presentación de los Stones en lo que consideran “un momento crítico en la lucha global por la libertad palestina y la igualdad de derechos”. Además plantean que este concierto de una de las bandas más importantes de la historia del rock sin dudas “sería explotado por la propaganda del gobierno de Israel en su intento de embellecer su política”.
Finalmente, concluyen la carta pública planteando que “Tocar en Israel hoy en día sería como actuar en Sun City durante el régimen de apartheid en Sudáfrica” y recordando que ya que “en esa ocasión Rolling Stones rechazaron la invitación y anularon el concierto, les invitamos a que hagan lo mismo por segunda vez, por las mismas razones de libertad e igualdad de derechos humanos”.
El actual pedido del creador de The Wall no es más que la confirmación de un apoyo sostenido a la lucha del pueblo palestino contra la opresión racista del sionismo, compromiso que ya le ha costado más de un acusación de diversos grupos judíos, incluyendo la poderosa Liga Antidifamación que, por supuesto, lo acusó de antisemita, descalificación absolutamente infundada que Waters negó rotundamente. Frente a la acusación de la Liga de “enemigo abierto de los judíos” durante su última gira mundial The Wall, Roger negó que la utilización polémica de la Estrella de David en sus conciertos implique antisemitismo: “En una teocracia es casi inevitable que el símbolo de la religión se confunda con el símbolo del Estado, en este caso el Estado de Israel, un estado que lleva adelante un Apartheid tanto dentro de sus propias fronteras como en los territorios que ha ocupado y colonizado desde 1967. Nos guste o no, la estrella de David representa a Israel y sus políticas y se encuentra legítimamente sujeta a cualquier forma de protesta no violenta. Protestar pacíficamente contra la política interior y exterior racistas de Israel no es antisemita”.
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