4 mayo, 2014
La mudanza de los crimeos
El Tavriya Simferopol y el Sebastopol, los dos equipos de Crimea que juegan en la primera división de Ucrania, pasarán a integrar el torneo ruso a partir del año que viene, en el marco de la anexión de la región.

El Tavriya Simferopol y el Sebastopol, los dos equipos de Crimea que juegan en la primera división de Ucrania, pasarán a integrar el torneo ruso a partir del año que viene, en el marco de la anexión de la región.
El fútbol ucraniano tiene sus Boca y River, como tantos otros: son el Dinamo Kiev y el Shakhtar Donetsk, que entre ambos se dividen 21 títulos de los 22 que se pusieron en disputa desde que el país se separó de la Unión Soviética, en 1992. La única excepción fue justamente en esa primera temporada, cuando un humilde club metió la cuña entre los gigantes: el Tavriya Simferopol, de Crimea.
Este equipo, que además cuenta con el honor de ser uno de los pocos que nunca descendió de la Premyer-liha, máxima categoría local, tuvo una histórica rivalidad en tiempos de la URSS con el Chaika Sebastopol (ver foto), equipo que, por el contrario, nunca había logrado ascender a la división de honor y finalmente desapareció en 2002 para ser refundado como FK Sebastopol. Ahora sí, con dinero fresco, comenzó a subir de categoría para lograr el anhelo de llegar a primera para esta temporada. Y parece que será debut y despedida.
Es que, claro, desde que el Sebastopol ascendió, su región cambió de país: Crimea ya no es más parte de Ucrania, sino de Rusia. Y, por tanto, es prácticamente un hecho que a partir de la temporada que viene los equipos locales pasarán a formar parte del, por cierto, bastante más competitivo fútbol ruso.
A pesar de que el propio viceministro crimeo, Rustam Temirgaliev, anunció que el traspaso se haría efectivo, todavía tienen varios obstáculos por sortear. El primero y más importante será obtener la aprobación de la UEFA. La institución rectora del fútbol europeo, que conduce Michel Platini, tiende a ser reticente con estas situaciones, pero en este caso un pequeño factor –valorado en miles de millones de dólares- podría inclinar la balanza a favor de los deseos de los clubes: el patrocinador principal de todas las competiciones europeas es Gazprom, la empresa gasífera estatal rusa.
Además, el problema es cómo y dónde incluirlos en un sistema que ya funciona, como la liga rusa. Pero aquí todo se simplificaría también, ya que la Federación del gigante oriental ya estaba tratando la posibilidad de aumentar la cantidad de equipos en la división superior de 16 a 18 equipos, por pedido expreso del entrenador de la selección, el italiano Fabio Capello.
En las tribunas la cosa tampoco será sencilla: si bien ha quedado patente en el referéndum celebrado recientemente en Crimea que la mayoría de la población está a favor de formar parte de Rusia, los grupos de “ultras” de ambos equipos responden políticamente a la extrema derecha y, por ende, son nacionalistas ucranianos.
Lo último que podría complicar el deseo de los clubes crimeos sería la propia situación política de su ahora ex país, que sigue siendo por demás compleja. Una posible anexión del resto de los territorios de mayoría rusa implicaría muchos más equipos queriendo sumarse a la liga del país, incluyendo algunos mucho más poderosos como el mencionado Shakhtar Donetsk o el Metallist Kharkiv.
Por lo pronto, mientras deambulan por la mitad de tabla de la liga ucraniana, el Tavriya y el Sebastopol se despiden del Dinamo Kiev y comienzan a pensar en el Spartak de Moscú y el Zenit de San Petersburgo.
Nicolás Zyssholtz – @likasisol
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