El papa y los divorciados

Este miércoles tuvo una importante repercusión mediática una supuesta llamada del papa Francisco a una mujer de Santa Fe donde, en teoría, la habilitaba a comulgar a pesar de estar divorciada. La oficina de prensa del Vaticano salió a responder que las llamadas personales del Papa no son de su incumbencia, pero no desmintió el hecho.

El 21 de abril Jorge Sabetta, marido de Jaqueline Lisbona, publicó en facebook que había recibido una llamada del Papa Francisco. Según informó la pareja, Lisbona le había enviado una carta al sumo pontífice para pedirle la posibilidad de comulgar ya que, al ser divorciada, la Iglesia no se lo permite.

Sabetta precisó que Francisco le respondió a su esposa que la comunión de los divorciados “es un tema que está tocando en el Vaticano, porque el divorciado que comulga no está haciendo nada malo».

La difusión de esta noticia generó la reacción de la Iglesia. El sacerdote de la localidad de San Lorenzo, Jorge Ceschi, de donde es oriunda la pareja en cuestión fue el primero en hablar. «Es imposible que el papa Francisco le haya dado permiso, es imposible que haya hecho eso», interpretó. «Si cualquier sacerdote decide dar absolución en estos casos, es como dar un cheque y vas al banco y te dicen que no tiene plata en la cuenta. El Papa nunca va a hacer eso», dijo.

Por las dudas Ceschi dejo en claro que cree “en el llamado de Francisco porque él sorprende así a la gente, pero lo otro, no, son todos inventos, o se ha interpretado mal, es absurdo, está muy en contra de lo establecido».

Frente al revuelo generado la oficina de prensa del Vaticano, a cargo de Federico Lombardi, hizo circular este jueves un comunicado. Según la información oficial de la Santa Sede, «en el ámbito de las relaciones personales pastorales del papa Francisco ha habido diversas llamadas de teléfono» y «como no se trata absolutamente de la actividad pública del papa no hay que esperar informaciones o comentarios por parte de la Oficina de Prensa».

De todas formas, debido a “las noticias difundidas sobre esa materia -ya que están fuera del ámbito propio de las relaciones personales- y su amplificación mediática” el Vaticano respondió que “no tienen confirmación alguna de fiabilidad y son fuente de malentendidos y confusión». Finalmente se señala que «hay que evitar deducir de esta circunstancia consecuencias relativas a la enseñanza de la Iglesia».

Así el Vaticano se despega de la supuesta autorización de Francisco a la mujer divorciada para que comulgue pero no desmiente en ningún momento el llamado y que, efectivamente la máxima autoridad de la Iglesia Católica, haya hecho esas declaraciones.

El papa ha convocado un sínodo en octubre próximo para que los cardenales analicen las nuevas realidades familiares dentro de la Iglesia y el modo en que deben ser encaradas. Entre otros temas se abordará la cuestión de las personas divorciadas.