19 abril, 2014
Cuando vivís del porno y te tapa el agua
Un Estado con 11.800 habitantes tiene como uno de sus principales ingresos la venta de dominios de internet, en su mayoría, para páginas pornográficas. Además, puede desaparecer por el aumento del nivel del mar. La insólita historia de Tuvalu.

Un Estado con 11.800 habitantes tiene como uno de sus principales ingresos la venta de dominios de internet, en su mayoría, para páginas pornográficas. Además, puede desaparecer por el aumento del nivel del mar. La insólita historia de Tuvalu.
Ubicado en el océano pacífico, cerca de Kiribati, Samoa y Fiji, se encuentra Tuvalu, el segundo país menos poblado del mundo después del Vaticano. Las nueve islas y atolones que conforman esta joven nación que logró su independencia en 1978 cuentan con apenas 11.800 habitantes y alcanzan su pico más alto en los 5 metros sobre el nivel del mar.
Esta última cuestión lo convierte en uno de los países más afectados por el calentamiento global. Incluso se ha planteado la posibilidad de mudar a la población a otras islas del pacífico como Nueva Zelanda, Australia o Niue ante la elevación del océano que recurrentemente inunda gran parte del territorio. Hasta el momento existe un convenio con Nueva Zelanda que admite el traslado y asilo de 75 tuvaluanos al año, otras naciones como Australia han rechazado esta petición.
Sin embargo, el dato más curioso sobre Tuvalu proviene de su economía. Desde hace más de una década, una de sus principales fuentes de ingresos está sostenida en la venta de dominios de internet, principalmente para páginas pornográficas.
Una economía muy particular
En un país sin arroyos o ríos y con una constante salinización de los suelos, la agricultura de subsistencia se ve fuertemente amenazada. Esto obliga a Tuvalu a importar la mayoría de sus alimentos y ni hablar de otros productos.
El coco, que es la planta que cubre la mayor parte de las islas es prácticamente el único producto de exportación. Al estar tan alejado, el turismo no consiste en una buena fuente de ingresos. Apenas 100 turistas al año visitan Tuvalu.
Sin embargo, el pequeño país tiene otras fuentes de ingresos, una de ellas muy poco convencional. Además de recibir ingresos por la ayuda extranjera y la venta de licencias de pesca, Tuvalu recibió en la década de 1990 una inesperada “bendición tecnológica”.
La Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (en inglés: Internet Corporation for Assigned Names and Numbers; ICANN) es la entidad encargada, entre otras cosas, de asignar a los países sus dominios de internet. En el caso argentino nos corresponde el dominio de nivel superior geográfico o dominio de nivel superior de código de país “.ar”, en el caso de Tuvalu es “.tv”.
La coincidencia de que TV sea la abreviatura para “televisión” en varios idiomas generó que muchas páginas web quisieran tener ese dominio. Fue así que en el año 2000, el Estado insular cedió la administración del dominio a la empresa estadounidense Verisign. A cambio, Tuvalu recibe un millón de dólares cada tres meses y posee el 20% de la empresa. Esta inyección de ingresos le permitió al país, por ejemplo, abrir una delegación diplomática en la ONU (a la cual ingresó como miembro en 2001) y dotar de carreteras asfaltadas al territorio.
Sin embargo, una polémica se desató ante este acuerdo. Muchos de los sitios que utilizan el “.tv” son páginas de videos pornográficos. La mayoría de la población cristiana rechaza entonces este convenio por considerarlo inmoral. De todas formas, es innegable que ese dinero es fundamental para la economía de Tuvalu que era uno de los países más pobres del mundo antes de la cesión de sus derechos de internet.
Una diplomacia oscura
Y para sumar un dato más, como muchas naciones pequeñas del pacífico y dependientes de la ayuda externa su accionar diplomático está plagado de polémicas y controversias.
Por empezar, cuenta con una denuncia por parte de Greenpeace por haber vendido su voto favorable a Japón en la Comisión Ballenera Internacional en 2006 habilitando la caza de ballenas por parte de este país. Según la entidad ecologista, los 22 países que votaron a favor de Japón, entre los que se encuentra Tuvalu, han recibido en conjunto ¥56,4 mil millones (alrededor de 470 millones de dólares) desde 2004 a 2009.
Tuvalu también es uno de los cinco países (junto a Rusia, Nauru, Nicaragua y Venezuela) que han reconocido la independencia de las regiones separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur.
Finalmente, es uno de los pocos Estados que mantienen relaciones diplomáticas con Taiwán, que ha financiado la construcción del edificio más grande del país (una sede administrativa de tres pisos) y es el único gobierno que tiene una embajada estable en Tuvalu. El dinero que aporta Taiwan año a año a la economía de las nueve islas le ha valido el apoyo sistemático y pedido de reconocimiento en la ONU por parte de este pequeño país.
Una breve pero extravagante historia de estas 11 mil personas que viven del porno y pueden desaparecer, en pocos años, tapados por el agua.
Santiago Mayor – @SantiMayor
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