Europa

18 abril, 2014

Ucrania: entre negociaciones en Ginebra y presión de las milicias

Este jueves se llevó a cabo en la ciudad de Ginebra, Suiza, una reunión entre Rusia, Estados Unidos, la Unión Europea y Ucrania, para intentar solucionar la crisis en el país del este europeo. Se firmó un acuerdo para resolver el conflicto que dependerá también de la capacidad de movilización de las milicias populares federalistas que enfrentan a Kiev.

Este jueves se llevó a cabo en la ciudad de Ginebra, Suiza, una reunión entre Rusia, Estados Unidos, la Unión Europea y Ucrania, para intentar solucionar la crisis en el país del este europeo. Se firmó un acuerdo para resolver el conflicto que dependerá también de la capacidad de movilización de las milicias populares federalistas que enfrentan a Kiev.

 

Los jefes de la diplomacia de la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia (Catherine Ashton, John Kerry y Serguéi Lavrov, respectivamente) se reunieron este jueves en Ginebra, Suiza para una ronda de consultas con el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano en funciones, Andréi Deshitsa, sobre el conflicto interno y los problemas que vive Ucrania.

La conferencia convocada para resolver este conflicto logró, sorpresivamente, arribar a un acuerdo en un solo día. Los cuatro participantes acordaron una serie de puntos que incluyen: el fin de la toma de edificios públicos y el desarme de todos los grupos armados irregulares, la necesidad de concretar un diálogo nacional inclusivo, la amnistía a los detenidos que no hayan cometido “delitos graves” y una reforma de la Constitución en beneficio de todas las regiones de Ucrania.

¿De dónde venimos?

Levantamientos pro rusos
Este y Sur de Ucrania: ciudades en las que se izó la bandera rusa en algún momento del conflicto

A esta situación se llegó luego de que el 22 de febrero de este año se diera un golpe de Estado en Kiev, apoyado por sectores neonazis, la embajada estadounidense y empresarios ligados a los intereses de la Unión Europea, que derrocó al presidente ucraniano Victor Yanukovich. Desde entonces distintas regiones del este y sur del país se han levantado en contra del gobierno central exigiendo una mayor federalización. El punto más alto de este conflicto se dio, hasta el momento, con la reincorporación por parte de Rusia de la península de Crimea y la ciudad de Sebastopol.

Fue entonces que el gobierno del presidente interino Alexánder Turchínov resolvió esta semana enviar tropas a las regiones rebeldes para sofocar a los manifestantes que se encuentran principalmente en Járkov (segunda ciudad del país), Donetsk y Lugansk. Estas últimas dos regiones, además, se han proclamado como “repúblicas populares” independientes con su propio gobierno y ejército.

Desde entonces que existe una solapada guerra civil donde milicias populares se enfrentan con las fuerzas de seguridad, entre las que se incluye la recientemente creada Guardia Nacional que cuenta entre sus filas con miembros de la organización neo nazi Sector Derecho.

¿A dónde vamos?

Si bien las principales potencias y el gobierno ucraniano se pusieron de acuerdo sobre los pasos a seguir no estipularon fechas concretas ni plazos para la realización de estas distintas iniciativas. A su vez, estuvo ausente de las negociaciones un actor central en este conflicto: las milicias populares del este de Ucrania.

Sergeui Tsyplakov, jefe adjunto de las milicias populares de Donetsk, insistió este viernes en que la liberación de los presos políticos y el cese de las persecuciones por parte de la agrupación neofascista Sector Derecho, “la cual debe entregar las armas”, son condiciones indispensables para que se abandonen los edificios públicos ocupados. A su vez el miliciano exigió a las autoridades del país que inicien “una reforma del sistema administrativo de Ucrania mediante referendos” sobre la autonomía de las regiones.

De todas formas Tsyplakov, según la agencia Novosti, se mostró pesimista sobre el acuerdo alcanzado en Ginebra y que las autoridades cumplan con su parte.

El día jueves el Consejo de Coordinación de la Resistencia del Sur-Este (el espacio que reúne a los manifestantes que reclaman la federalización del país) eligió como representante de sus demandas al diputado y candidato presidencial por el Partido de las Regiones Oleg Tsarev.

Integrantes de 25 organizaciones de las regiones Dniepropetrovsk, Donetsk, Zaporozhye, Lugansk, Nikolaev, Odesa, Járkov y Jerson lo designaron y le encomendaron la defensa de un grupo de demandas incluidas en un documento. Resaltan entre ellas la liberación de los presos políticos, garantizar su plena amnistía y dejar de perseguir a los activistas de los movimientos de protesta, así como el cierre de las causas penales en su contra.

Igualmente piden el fin de la ofensiva militar contra esos territorios y el cese de la prohibición de las transmisiones de los canales de televisión rusos. Reclaman, asimismo, enmiendas en la Constitución del país que permitan la lengua rusa como cooficial, avanzar hacia un sistema de Estado federal de Ucrania, celebración de elecciones presidenciales y de diputados en los consejos locales y de los alcaldes en pueblos y ciudades.

Finalmente plasmaron en el texto que la cinta de San Jorge, utilizada por los soviéticos como emblema de la lucha contra el fascismo, será uno de los emblemas del Consejo de Coordinación.

En definitiva, nada está asegurado con la conferencia de Ginebra. Habrá que esperar a ver como se siguen desenvolviendo los acontecimientos y si las demandas de las poblaciones del este son tenidas en cuenta desde Kiev ya que la resistencia parece estar preparada para sostenerse en el tiempo.

 

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