17 abril, 2014
Victoriano, con V de Vera
Durante la primera reunión de la Comisión contra la trata de las personas de la Legislatura porteña la CHA distribuyó entre los legisladores un informe en el que se denuncia las actitudes discriminadoras y estigmatizadoras contra la comunidad gay del presidente de la comisión, diputado Gustavo Vera (UNEN).

Durante la primera reunión de la Comisión contra la trata de las personas de la Legislatura porteña la CHA distribuyó entre los legisladores un informe en el que se denuncia las actitudes discriminadoras y estigmatizadoras contra la comunidad gay del presidente de la comisión, diputado Gustavo Vera (UNEN).
Este lunes 14 de abril se llevó a cabo la primera reunión de la Comisión contra la trata de las personas de la Legislatura de la CABA, presidida por el diputado de UNEN Gustavo Vera, también titular de la asociación “La Alameda” (ONG que lucha contra la trata de personas). La comisión está conformada además por los legisladores Francisco Quintana, Pablo Ferreyra, Juan Pablo Arenaza, Victoria Roldán Méndez, Alejandro Bodart y Victoria Morales Gorleri.
Durante la reunión representantes de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) distribuyeron a todos los legisladores un documento cuestionando la idoneidad del diputado Vera por sus reiterados ataques contra los lugares de reunión de la comunidad gay.
César Cigliutti, presidente de la CHA, comentó al respecto: “Presentamos un nuevo informe en la Comisión contra la Trata de Personas que preside el diputado Gustavo Vera denunciando sus métodos y criterios, que son literalmente una persecución a los lugares de encuentro de nuestra comunidad gay, lésbica travesti transexual bisexual e intersexual (GLTTBI)”.
Cigliutti también recordó que ya en noviembre del año pasado, antes de que se confirmara la asunción del diputado de UNEN, habían presentado un pedido de impugnación contra Vera “por la persecución que originó con allanamientos y razzias a los lugares de encuentro de nuestra comunidad, que nos hacen retroceder 29 años de historia, cuando existían los edictos policiales y la brigada de moralidad de la policía nos llevaba presos a las comisarías”.
En el pedido de “Impugnación de Legislador Electo” que la CHA dirigió a la presidenta de la Legislatura, María Eugenia Vidal, el 26 de noviembre de 2013, se planteaba que Vera “no cumplía” con las exigencias de “máxima integridad moral y un fuerte compromiso con la defensa de los derechos humanos y los valores democráticos”. Concretamente, se lo acusaba de “rampante desconocimiento de las prescripciones de respeto a los derechos de las minorías y a la diversidad cultural contenidas tanto en la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires como en la Constitución Nacional, circunstancia que hará imposible que desempeñe su cargo”.
Allí se le imputaba una actitud de persecución, estigmatización y hostigamiento por su insistencia en calificar a lugares de encuentro de la comunidad gay como “prostíbulos” y se ejemplificaba con el caso del bar gay Zoom, de calle Uriburu 1018, contra el que el diputado Vera impulsó varios pedidos de clausura, razzias, amenazas a los concurrentes e incluso un escrache el 27 de mayo de 2013.
También se lo acusaba de impulsar denuncias desde La Alameda contra domicilios de activistas transexuales alegando ejercicio de la prostitución y trata de personas en esas casas. El caso más famoso fue el del allanamiento a la casa de la madre de Claudia Pía Baudracco, histórica activista transexual recientemente fallecida, que también constituía el domicilio legal de ATTA (Asociación de Transgéneros Transexuales de Argentina). Esta “actitud hostil y discriminatoria” fue repudiada en un documento consensuado que se leyó ante más de 100.000 personas en la última Marcha del Orgullo.
El pedido de impugnación, que finalmente no prosperó, se fundamentaba en la necesidad de “cuestionar y juzgar las condiciones éticas y morales del/a diputado/a electo/a que sean indicativas de sus posturas ideológicas irrespetuosas y discriminadoras en contra de grupos en situación de vulnerabilidad” y citaba como antecedentes de impugnaciones de diputados electos por “falta de idoneidad” los casos de Antonio Bussi y Abelardo Patti.
En el documento de descargo que presentó el diputado Vera, que puede consultarse en la página web de fundación La Alameda, plantea una cantidad de objeciones legales al pedido de impugnación y plantea que “de prosperar constituiría una seria violación de mis derechos políticos y de los que me votaron” y plantea que “nada tengo que ver” con el caso Baudracco. Sin embargo, allí también aprovecha para refirmar sus prejuiciosos y errados conceptos respecto del bar gay Zoom.
Vera Plantea que Zoom, lugar que “el impugnante menciona eufemísticamente como un lugar de encuentros de la comunidad gay, es un establecimiento que funciona completamente al margen de la ley”. Y luego agrega que: “No es un inocente lugar de encuentros donde los miembros de la comunidad gay se reúnen para departir amigablemente y socializar sino un local donde se paga por sexo realizado en gabinetes donde se encuentran los denominados “glorious (SIC) holes” (agujeros en las paredes de los tabiques en los que el cliente coloca el miembro viril para ser objeto de masturbación o de fellatio in ore por terceros)”.
Más allá del patente desconocimiento respecto de los espacios, jerga, ámbitos y lógicas de los lugares de encuentro de la comunidad gay, que no son en absoluto equiparables a espacios de prostitución, sexo pago ni, muchísimo menos, trata de personas, el diputado Vera reafirma sus prejuicios señalando que “esto no significa que so pretexto de luchar contra la discriminación por razones de orientación sexual se permitan actividades que están prohibidas por leyes y que no tienen ni por finalidad ni como consecuencia la discriminación como las relativas a la represión del proxenetismo y la explotación sexual comercial”.
El periodista y activista homosexual Bruno Bimbi comenta al respecto: “ Zoom no es un prostíbulo. Zoom es un cruising bar, un tipo de establecimiento que puede encontrarse en cualquier ciudad importante de cualquier país que no esté gobernado por una dictadura teocrática fundamentalista que criminalice la homosexualidad. El público del lugar son varones mayores de dieciocho años y lo que sucede en Zoom es, simplemente, sexo consentido entre adultos, no «prostitución», como dice el legislador electo”.
Luego agrega, “La mediocridad de las «pruebas» y argumentos que ofrece para dar credibilidad a sus falsas acusaciones es tan ridícula como la manera en que reaccionó cuando lo consulté sobre el tema en Twitter, llamándome “Bambi”, como hacían mis compañeritos del jardín de infantes hace ya muchos años” y concluye preguntándose: “¿Emprenderá, desde la Legislatura, una cruzada para acabar con los lugares de ambiente gay en Buenos Aires? ¿Qué viene después, Amerika? ¿Los saunas? ¿Va a decir, también, que son prostíbulos? ¿Querrá meterse, después, a inspeccionar tu cama acompañado por la Policía Metropolitana? ¿Querrá volver a instaurar las leyes contra la sodomía?”
Pedro Perucca – @PedroP71
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