Mundo Gremial

15 abril, 2014

“Lo que falta es voluntad política para implementar la justicia social»

El paro general del día jueves 10 de abril continua siendo eje de debate, análisis y reflexiones. Desde Notas traemos las palabras del titular del gremio de judiciales, Julio Piumato, al brindar su opinión al programa radial Quemar las Naves, FM Radio Sur 88.3.

El paro general del día jueves 10 de abril continua siendo eje de debate, análisis y reflexiones. Desde Notas traemos las palabras del titular del gremio de judiciales, Julio Piumato, al brindar su opinión al programa radial Quemar las Naves de Radio Sur  FM 88.3.

 

Las repercusiones sobre el paro general del jueves 10 de abril continúan, tras haber pasado varias días. Todo tipo de análisis, reflexiones y debates sobre la medida que impulsaron las centrales sindicales conducidas por Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Pablo Micheli, se han planteado desde entonces.

Julio Piumato, titular del gremio de judiciales dialogó al respecto con el programa Quemar las Naves de Radio Sur FM 88.3 y analizó la jornada y el panorama que dejó la medida de fuerza.

Consultado sobre si tras la medida de lucha llevada adelante habían recibido alguna respuesta por parte del gobierno a los reclamos sostenidos, Piumato indicó que aun hoy no habían tenido ningún tipo de comunicación con el Ejecutivo nacional, destacando que el gobierno, al poner tanto énfasis en negar la realidad, se llevó un duro golpe al comprobar la efectividad del paro del pasado jueves. Por otro lado afirmó que esperarán la reacción del gobierno y la respuesta que se obtenga para definir si se realiza o no otra medida de este estilo.

“Lo importante es que se de respuesta a los problemas. Para los trabajadores en blanco el tema de ganancias, los que están precarizados su situación de que están agarrados de un hilito, los jubilados que perciben un salario miserable de $2700, los hijos de los trabajadores que son discriminados porque no se paga el salario familiar”, afirmó el titular del gremio de judiciales.

Refiriéndose a la devaluación de fines de enero y la caracterización de la situación económica actual, Piumato afirmó categóricamente: “Cuando se empezó a hablar de la sintonía fina nosotros sospechábamos que se trataba de un ajuste. La mala gestión económica deviene en este ajustazo que estamos viviendo”.

Para el dirigente gremial la devaluación es parte de un ajuste cuya responsabilidad es absoluta del gobierno, al no haber transformado la Argentina durante estos años: “Uno escucha lo que sostiene el gobierno y, como decimos en el mundo del derecho, nadie puede negar su propia torpeza, porque teniendo amplia mayoría parlamentaria, seguimos manteniendo herramientas que hacen que el gran crecimiento de los últimos 10 años no haya significado distribución, sino profundización de la diferencia entre los que más tienen y los que menos tienen”.

De esta manera criticó también la política de subsidios en relación al escaso control, utilizado muchas veces para apuntalar ganancias empresariales y no para mejorar la prestación de los servicios. Para Piumato la discusión central no es el mantenimiento o quita de los subsidios, sino que la eliminación de los mismos no termine afectando a los trabajadores.

“Uno es conciente de que la paridad del dólar podía estar atrasada, que los subsidios no se pueden sostener indefinidamente, pero creo que el gobierno elige el peor momento, porque el costo de de ese ajuste pretende descargarlo sobre los trabajadores y los jubilados”, indicó.

Como parte de este análisis de la actual situación económica, el dirigente cegetista no ahorró críticas contra el sistema impositivo actualmente vigente, al cual definió como escandalosamente regresivo, ya que “ha contribuido a que en 10 años de crecimiento, la transferencia de ingresos haya beneficiado a los sectores más concentrados y no a una distribución equitativa de la riqueza que permita vivir con dignidad a todos los argentinos”. Como ejemplo sostuvo que mientras un trabajador aporta al fisco alrededor de un 40% de su ingreso entre Impuesto a las Ganancias e IVA, las grandes empresas multinacionales aportan el 35%.

Por otra parte, Piumato hizo especial hincapié en la crítica que el gobierno realizó del paro y la tensión que planteó el Ejecutivo nacional entre el derecho a huelga y el derecho a concurrir libremente al trabajo.

Para el dirigente de la CGT “con esto el gobierno reconoció que de peronista no tiene nada. Hizo uso del manual de ajuste. Uso todos los argumentos que los gobiernos neoliberales o autoritarios utilizaron en la Argentina. Si vos escuchas que alegaban los dictadores ante el paro de abril de 1979 sobre que era un paro político, son extraídos del mismo manual”.

Según el titular del gremio de judiciales, quién quiso ir a trabajar pudo hacerlo libremente, ya que el paro de transporte lo que permitió fue “la cobertura que necesitaron muchísimos trabajadores cuyos gremios no convocaban y están precarizados, y que si no tenían las excusa del paro de transporte no habrían podido ejercer con libertad su derecho de huelga”, y agregó: “El gobierno, que es responsable de la precarización laboral, con el Estado como principal empleador bajo esta metodología, no puede alegar esa cuestión para invalidar algo que fue contundente”.

Consultado sobre los piquetes que realizaron sobre Panamericana o Acceso Oeste algunas organizaciones de izquierda, Piumato les restó importancia al apuntar que “los sectores de izquierda quisieron ganar protagonismo frente a un paro masivo. Este tipo de piquetes se producen unas 8 o 10 veces por año y generan inconvenientes de tránsito, pero el país funciona normalmente”.

Contra quienes si decidió cargar fuertemente el dirigente alineado con Hugo Moyano, fue con los delegados del subterráneo de la Ciudad de Buenos Aires, agrupados en la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP), más conocidos como metrodelegados, a los que definió como “metrocarneros”.

“Más que responder al pensamiento de las bases respondieron a las directivas que les daba el gobierno. Mostrando antes los medios una falta absoluta de solidaridad, diciendo que si estábamos bien pagos porque vamos a parar. Esto está en las antípodas de cualquier pensamiento solidario que debe imbuir la vida de cualquier militante sindical”, sostuvo Piumato. Recordando por otra parte, el paro de 15 días que los trabajadores del subte llevaron adelante en 2012.

“Esos que ahora hablan sobre ser privados del derecho a trabajar son los que saltaban a las vías, mientras otros trabajadores querían hacer funcionar los trenes y el público lo pedía también masivamente”.

 

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