¿Gracias?

Apenas consumada la victoria de River frente a Atlético de Rafaela, Ramón Díaz felicitó a la barra por “motivar a todo el mundo”. Un capítulo más su vieja y estrecha relación con los Borrachos del Tablón.

“Quiero agradecerles especialmente a los Borrachos del Tablón, que motivaron a todo el mundo…”. Cuando Mario Cordo, periodista de campo de juego de Fútbol para Todos, lo agarró a Ramón Díaz apenas el árbitro pitó el final de la victoria de River ante Atlético de Rafaela, el riojano se despachó con esta frase. No hizo referencia al juego, no escucho la pregunta del cronista, fue directo a decir lo que quería decir, como si lo tuviera pensado.

La primera reacción fue de sorpresa. No es común, por lo menos no en estos tiempos que corren, escuchar a un entrenador, símbolo del club además, elogiar abiertamente a la barra brava. E insistimos, abiertamente, porque si es tan normal como siempre que los cuerpos técnicos “cooperen” económicamente con los sectores organizados de la hinchada.

No es nueva la relación entre los Díaz y los Borrachos. A través del periodista Gustavo Grabia, del diario Olé, se hizo pública una escucha telefónica que forma parte de la famosa causa por la reventa de entradas en River, en la cual se oye a Emiliano Díaz conversar con Martín Araujo, jefe de la barra: “Mi viejo los quiere ver, así ya arreglamos todo”. No requiere mayor análisis.

También había aparecido colgada, en el predio de Ezeiza durante un entrenamiento a puertas cerradas, una bandera con la efigie del riojano, acompañada de la frase “El más ganador”. Al margen de cómo apareció ese trapo cuando el acceso estaba vedado para cualquiera ajeno al plantel, es la misma imagen que se vio en el centro de la tribuna Sívori antes del partido con Rafaela. Sí, como para no darles las gracias.

Dice el propio Grabia que las declaraciones de Ramón no son casuales, si no que responden a su rol activo en el marco de la interna entre el sector que actualmente maneja la tribuna, liderado por Araujo, y el de los del Oeste, que cuenta con el apoyo de la nueva dirigencia que preside Rodolfo D’Onofrio. Es conocido que el sucesor de Daniel Passarella no quiso pagar el costo político de echar al entrenador más exitoso de la historia millonaria, pero durante este irregular torneo –que hoy lo tiene como candidato al título- más de una vez la continuidad de Díaz estuvo en duda.

No es inocente Ramón. Nunca lo fue. Maneja los medios como pocos en el mundillo del fútbol. Y controla a la perfección todo lo que sucede en el mundo River. Sus declaraciones no pueden ser achacadas a la torpeza si no a una especie de sincericidio de aquel que se siente intocable. Quizás no siempre lo sean. Ni él ni sus amigos de la popular.

Nicolás Zyssholtz – @likasisol