Cultura

9 abril, 2014

Bombazos yankis contra la libertad de prensa

Se cumplen 11 años del asesinato del camarógrafo español José Couso, muerto por el disparo de un tanque de guerra estadounidense contra el Hotel Palestina, de Bagdad, sede de la prensa internacional, durante la guerra de Irak de 2003. Acto en reclamo de justicia de los familiares: “José Couzo, crimen de guerra. 11 años de lucha contra la impunidad”

Se cumplen 11 años del asesinato del camarógrafo español José Couso, muerto por el disparo de un tanque de guerra estadounidense contra el Hotel Palestina, sede de la prensa internacional durante la guerra de Irak de 2003. Acto en reclamo de justicia de los familiares: “José Couso, crimen de guerra. 11 años de lucha contra la impunidad”

 

El 8 de abril de 2003 mientras una compañía de la 3ª División de Infantería del Ejército estadounidense se encontraba luchando en Bagdad y, según argumentaron luego, el fuego enemigo que recibían era dirigido por un observador que se encontraba cerca del Hotel Palestina, en el que se encontraban alojados muchos corresponsales extranjeros. Pretendiendo neutralizar a ese supuesto organizador del ataque contra las tropas norteamericanas, un tanque M1 Abrams disparó su cañón de 120mm. contra el hotel.

El proyectil del tanque impactó en el piso 15, en el cual se alojaba el equipo de la agencia Reuters, resultando muerto en el acto el periodista ucraniano Taras Protsyuk. José Couso, el camarógrafo español de Telecinco, se encontraba grabando en un piso inferior y resultó gravemente herido, muriendo pocas horas después en el hospital.

El Hotel Palestina fue el lugar donde las tropas estadounidenses habían ordenado que se concentren los corresponsales de prensa, por lo que el disparo del tanque no es considerado casualidad sino un “ataque deliberado contra la prensa internacional”. Desde 2003 familiares, amigos y organizaciones en defensa de la libertad de prensa están llevando adelante diversas acciones civiles y judiciales para llevar a juicio a los militares responsables.

En 2005 la Audiencia Nacional española dictó órdenes de detención contra los tres estadounidenses implicados. Los ocupantes del tanque agresor eran el sargento Thomas Gibson, el capitán Philip Woldrford y el teniente coronel Philip de Camp. A partir de ese momento comenzó un proceso de pujas legales y de presiones nacionales e internacionales para cerrar el caso. En 2007 tomó la investigación el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, quien procesó a los tres militares y les atribuyó un “delito contra la comunidad internacional en concurso con un delito de homicidio”. Las penas por cada uno de estos delitos van entre 10 y 20 años.

Sin embargo, la Fiscalía de la Audiencia Nacional viene cuestionando desde 2003 la autoridad española para juzgar el caso y sosteniendo que se trata de un crimen de guerra sobre el que España no tendría jurisdicción. En 2010, como parte de las filtraciones de Wikileaks, se conocieron cables de la embajada de EEUU en España que confirman presiones para cerrar la investigación.

A pesar de todo, la indagatoria sigue abierta pese a que, además, en febrero el Parlamento español limitó la llamada Justicia universal, es decir, la potestad de los jueces españoles de investigar delitos cometidos fuera del país. Pero el juez Pedraz sostiene la investigación y se ha negado a archivar la causa sobre el asesinato del cámara español ya que considera que la norma aprobada “tiene evidentes lagunas” que hacen imposible su aplicación a este caso.

En este sentido, David Couso, hermano de José, opinó en el acto de homenaje: “Estamos muy contentos de que haya un juez que demuestre esa independencia y que defienda los intereses de un ciudadano español y la justicia universal”.

La madre del camarógrafo asesinado, Maribel Permuy, sostuvo por su parte: “Es el único caso en el mundo que sigue abierto contra unos militares estadounidenses. Seguiremos pidiendo justicia, pero antes de que yo me muera espero que podamos ver a los tres militares estadounidenses sentados en un banquillo. Yo no quiero un linchamiento, quiero una investigación y un juicio justo”.

La familia de José Couso dio a conocer un video del acto realizado por los 11 años del asesinato del periodista, como forma de continuar con la lucha por la justicia contra lo que, sostienen, constituye un “crimen de guerra” y de un “deliberado ataque contra la prensa internacional”.

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