2 abril, 2014
La secretaría sin cabeza
A casi dos años de la Ley 10.060, la famosa ley anti trata de De la Sota y con la inminente renuncia de Amelia Chiófalo, presentamos un repaso de su gestión y de la campaña contra la trata en Córdoba, una bandera del delasotismo.

A casi dos años de la Ley 10.060, la famosa ley anti trata de De la Sota y con la inminente renuncia de Amelia Chiófalo, presentamos un repaso de su gestión y de la campaña contra la trata en Córdoba, una bandera del delasotismo.
El jueves pasado renunció, por “motivos personales», Amelia Chiófalo, secretaria contra la Trata de Personas. Hoy se dió a conocer un comunicado de prensa desde Ammar Córdoba (Asociación de mujeres meretrices), quienes reclaman nuevamente por los subsidios y ayudas económicas que la Secretaría de trata prometió a cientos de trabajadoras sexuales al clausurar los prostíbulos y cooperativas en las que trabajaban. Estos subsidios no llegaron jamás y si lo hicieron, fue de forma muy irregular, como expresó Eugenia Aravena, secretaria gral. de Ammar.
Se trata de un reclamo básico y simple, de que se cumpla la promesa económica hecha a mujeres para poder asegurar su subsistencia mientras encuentran otro trabajo, ya que luego de las clausuras muchas “han quedado en la lona”, como confesó Aravena. Pero éstos dos años tienen ya una historia con varios desencuentros y contiendas entre la Secretaría y Ammar, una historia que refuerza la indignación de las trabajadoras sexuales y hace más agudo su reclamo. Repasemos.
La secretaría, que nace al promulgarse la Ley 10.060, promete una ayuda económica a las trabajadoras sexuales. En un principio esa ayuda era de tres mil pesos por única vez, pero luego, ante el reclamo de Ammar, se darían tres mil pesos por 6 meses. Según Aravena son más de 50 las afiliadas que esperan los subsidios, pero agrega que no se puede saber cuántas son, en total, las personas que esperan las ayudas, calculando que se van cerrando más de 200 prostíbulos. También denuncian que el sistema ha sido muy irregular: “Hay casos en que ni siquiera les han realizado las visitas a los hogares, que es lo primero que se hace”, denuncia Eugenia y luego agrega: “para muchas de las trabajadoras sexuales que se van acercando a Ammar, hemos sido una especie de amuleto”, refiriéndose a que es la única forma de ser tenidas en cuenta por la Secretaría.
La sra. Chiófalo ha presenciado algunos escraches en su contra durante su gestión, al no querer atender a la hermana de una joven desaparecida en redes de trata. Se trata de Soledad Cuello quien encarna la lucha para encontrar a su hermana Yamila Cuello, desaparecida hace 4 años en manos de redes mafiosas. También se la ha escrachado públicamente por los informes que presentan desde la secretaría, acusada de hacer constar a las trabajadoras sexuales como víctimas de trata o en el peor de los casos, como proxenetas. En el primer caso, la víctima pasa a ser parte de una estadística llevada como bandera por el gobierno provincial, desconociéndose todo lo que sucede luego de ser rescatada. Y en el segundo caso, a quien abre la puerta de la casa o del establecimiento, se le aplica el art. 46 bis del Código de faltas. Cuando ésto ocurre, la trabajadora sexual no puede recibir el subsidio aunque le sea legítimo cobrarlo.
Incluso, desde la misma secretaría les han mandando a pedir los subsidios al Ministerio de Desarrollo Social, aseguran las afiliadas, y desde allí les contestan: “Si venis de trata no podemos hacerte el pedido porque la secretaría maneja su propio presupuesto”. Y es verdad, la repartición que hasta hace unos días encabezaba Amelia Chiófalo tenía un presupuesto de 9 millones de pesos, desde diciembre del 2011 luego de las polémicas declaraciones de Susana Trimarco sobre el modo de trabajar de la secretaría.
Desde Ammar dicen que es vergonzosa la actuación de la Secretaría en lo concerniente a la administración, ya que hasta les debe dinero a los Institutos en donde las personas “rescatadas” realizan distintos cursos para salir adelante. Debido al incumplimiento, aún no pueden entregar los títulos a quienes realizaron los cursos.
Al finalizar el comunicado, Ammar le pide al gobierno provincial la creación de una mesa de organizaciones sociales para llevar a cabo el seguimiento y control de las políticas implementadas por la secretaría.
La renuncia de la funcionaria no es una renuncia más, deja su cargo sin haber podido aplicar soluciones a una problemática gravísima como la trata de personas, y tampoco habiendo cumplido con las promesas más básicas hechas desde el inicio de la historia de ésta secretaría.
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