31 marzo, 2014
Raúl González Tuñón, el influyente
El sábado 29 se cumplieron 109 años del nacimiento de Raúl González Tuñón. En esta nota haremos un pequeño repaso contándoles cómo influyó el poeta y periodista en algunos personajes relevantes de nuestra cultura.

El sábado 29 se cumplieron 109 años del nacimiento de Raúl González Tuñón. En esta nota haremos un pequeño repaso contándoles cómo influyó el poeta y periodista en algunos personajes relevantes de nuestra cultura.
Pablo Neruda y el compromiso político
Raúl, te acuerdas?
Te acuerdas, Rafael?
Federico, te acuerdas
debajo de la tierra,
te acuerdas de mi casa con balcones en donde
la luz de junio ahogaba flores en tu boca?
Fragmento de Explico algunas cosas, de Pablo Neruda
Neruda invoca a sus amigos poetas en sus recuerdos de Madrid. Raúl es Raúl González Tuñón. Rafael es Rafael Alberti. Federico es Federico García Lorca.
Por fortuna, el poeta chileno no es el único que plantea su demanda contra el olvido. Si algo tenían en común el premio Nóbel y el poeta argentino González Tuñón -además de compartir sus días en España, de ser incansables viajeros, de haber vivido juntos el exilio del exilio y de estar comprometidos con la causa comunista hasta la médula- es la condición de íconos influyentes en la cultura del siglo XX. A ambos les dedicaron poemas y canciones, homenajes y libros de teoría. Ambos son queridos, en mayor o menor medida, por la memoria del pueblo latinoamericano.
La pasión de Tuñón por las causas sociales es explicada en otro poema de invocación y de recuerdos, como el de Pablo. Raúl nos cuenta:
Tenía yo nueve años
cuando un día me llevó
por entre los sobresaltos
de una manifestaciòn.
Así nací al socialismo,
así comunista soy,
así sería si viviera
mi abuelo Manuel Tuñón.
Fragmento de A Manuél Tuñón.
Miguel Abuelo, el trotamundos
Inofensiva locura,
sinrazón de vagabundo,
todo nos falte en el mundo,
todo, menos sepultura.
Fragmento de Canción para vagabundos (que compuso Juancito Caminador).
Recita Raúl y canta Miguel. Pueden encontrar el video en Youtube.
Miguel fue un vagabundo, un caminante, un pibe de la calle. Miguel fue también parte de «la cofradía trotacalle y trotamundo» por la que brinda Tuñón. Todo le faltó a Miguel, «todo menos la alegría».
Además del video en donde empalman la voz de Raúl y la de Miguel, quisiera recomendarles el documental Buen día, día. Un documental que, además de tener un gran trabajo de investigación en donde aparecen ex integrantes de Los Abuelos de la Nada y periodistas de la talla de Alfredo Rosso y Pipo Lernoud, tiene como hilo conductor de la historia Gato Azul, hijo de Miguel Abuelo, recorriendo las calles porteñas en moto.
Miguel Hernández y las nanas de la cebolla
A Raúl González Tuñón
Raúl, si el cielo azul se constelara
sobre sus cinco cielos de raúles,
a la revolución sus cinco azules
como cinco banderas entregara.
Hombres como tú eres pido para
amontonar la muerte de gandules,
cuando tú como el rayo gesticules
y como el rayo des la cara.
Enarbolado estás como el martillo,
enarbolado truenas y protestas,
enarbolado te alzas a diario,
y a los obreros de metal sencillo
invitas a estampar en turbias testas
relámpagos de fuego sanguinario.
Miguel Hernández.
Cuando buscamos información de los artistas, siempre nos topamos con la irremediable y discutida casualidad. Llámese como usted quiera -casualidad, destino, causalidad o coincidencia- pero cuando empezamos a investigar nos encontramos con varios hechos llamativos que unen tanto al poeta argentino como al poeta español: musicalizaron poemas de los dos (de Tuñón podemos escuchar el disco que le dedicara el Cuarteto Cedrón -véase la siguiente influencia-, algunas luego interpretadas por Mercedes Sosa; de Hernández los discos de Joan Manuel Serrat; y de ambos poetas podemos escuchar canciones de Paco Ibañez) y se los recuerda -y admira- por su compromiso político. Lo más interesante del cuento es que ambos fueron amigos.
La historia de Miguel es conocida. Estuvo preso por su militancia política. Su esposa lo iba a visitar a la cárcel franquista y allí le contó que su hijo se moría de hambre. Sólo se alimentaba a pan y cebolla. El poema es harto conocido, la canción de Serrat, también. Nosotros queremos homenajearlos con un poema de Raúl.
La mujer que lleva comida a los presos
Novia constante, madre obrera,
agente de la vida, fundadora del mundo.
Dadora universal, vibra en su sangre
savia del día y en su seno
la insobornable lámpara y la plural semilla,
la llave de las puertas del futuro.
Tiene el mismo sentido delicado y profundo
como de luna joven que en el mar amanece,
como un lago de leche bajo un cielo sin nubes
que en el recinto antiguo de las guitarras crece.
Contra el odio y la guerra defenderá su cría,
contra la larga sombra erguirá su bravura
y en el amor será la flor de la ternura,
azucena sembrada con luz su corazón.
Tata Cedrón
Los dos somos gitanos de una troupe vagabunda.
Alegres en lo alto de una calle cualquiera,
alegres las campanas con una nueva voz.
Tú crees todavía en la revolución
y por el agujero que coses en la media
sale el sol y se llena todo el cuarto de sol.
Fragmento de La calle del agujero en la media.
El Tata se caracteriza por recitar y musicalizar poemas en general, pero no sólo de Raúl González Tuñón. Con su cuarteto interpretó textos de Juan Gelman (recomiendo sobre manera que escuchen Un hombre se calló la boca) y de Julio Cortázar (el único escritor que queremos todos), entre otros. Y ya que estamos recomendadores, véanse el Encuentro en el estudio con el Tata, que está muy bueno.
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