31 marzo, 2014
Entre el recrudecimiento del terrorismo y el diálogo (2)
La existencia de grupos paramilitares en Venezuela y su accionar violento contra personas e instituciones para exigir #LaSalida del gobierno constitucional. Los atentados a gran escala como novedad y el rechazo cada vez mayor del pueblo.

La existencia de grupos paramilitares en Venezuela y su accionar violento contra personas e instituciones para exigir #LaSalida del gobierno constitucional. Los atentados a gran escala como novedad y el rechazo cada vez mayor del pueblo.
Hace pocos días publicamos un breve informe sobre la existencia de grupos paramilitares, que vienen realizando ataques con armas largas y explosivos, causando la muerte de Guardias Nacionales Bolivarianos (GNB) y otras personas, además de la destrucción de universidades, instituciones públicas y sedes del Partido Socialista, como parte de las acciones que exigen #LaSalida del gobierno constitucional.
Lo anterior bastaría para afirmar que no se trata de protestas democráticas ni mucho menos pacíficas. Pero no sólo de francotiradores y ataques con bombas se integra el repertorio golpista en Venezuela. Durante la última semana también entraron en escena los atentados a gran escala, como el sabotaje eléctrico en Caracas y la contaminación del agua potable para toda una ciudad. Pese a todo, el golpe parece diluirse ante el rechazo cada vez más abrumador de la sociedad y el proceso de integración de América Latina.
Sabotaje eléctrico y al transporte
Desde el primer día de las llamadas “guarimbas”, el sistema de transporte público ha sido uno de los blancos predilectos de las agresiones. Aunque el ataque abarcó a las principales ciudades, el Metro de Caracas se convirtió en un objetivo central, con graves destrozos en las estaciones del este de la ciudad y agresiones a sus trabajadores. El lunes pasado esto llegó a un punto máximo, al desatarse un grave incendio en el Warairarepano, la montaña a cuyo pie crece la capital del país.
En realidad se trató de dos focos de incendio que, contra toda lógica, no se iniciaron en el momento de máximo calor, sino a las 10 de la noche y casualmente se localizaron en torno a dos subestaciones eléctricas que abastecen a gran parte de la ciudad. “El incendio fue claramente intencional”, aseguró el ministro de Energía Eléctrica, Jesse Chacón, al confirmar que el fuego se inició por sobre la línea de cortafuego. Por esta razón, media Caracas quedó sin luz durante catorce horas, afectando el Metro durante todo el martes, en particular las estaciones más céntricas, que utilizan millones de personas al día.
Con el agua también
Con todo, el atentado más increíble se dio en Mérida, cuando el domingo 23 de marzo perforaron un caño que transportaba agua a la planta potabilizadora e inyectaron a la red al menos 100 litros de gasoil. De esta manera, mientras el máximo permitido es de 0,3 mg de sustancias grasas por litro, el agua pasó a tener trescientas veces más: 90 mg por litro. El operario de turno en la planta percibió un olor extraño e inmediatamente cortó el suministro por prevención, lo que finalmente evitó una tragedia.
¿Cuáles manifestaciones pacíficas?
A esta altura, el pacifismo democrático de la campaña #LaSalida sólo existe en la mirada de las grandes cadenas privadas de noticias, que se han expuesto -tal vez como nunca antes- en su rol de verdaderas armas de desinformación masiva, pintando para el mundo una situación que no existe en la realidad en Venezuela.
Invirtiendo las cosas al punto de llegar al absurdo, en este mundo virtual de CNN, El País y la mayoría de los periódicos privados de América Latina, el gobierno electo hace menos de un año -que además recibió un respaldo electoral contundente hace tres meses, al ganar el 76% de las alcaldías, en la elección número 19 en quince años-, es presentado como antidemocrático y violador de las garantías constitucionales. Y quienes intentan derrocarlo, asesinando decenas de personas y atacando universidades, medios de transporte, instituciones de todos los Poderes y hasta la propia naturaleza, aparecen como los estandartes de la democracia, de la libertad y de los derechos humanos.
Un mundo al revés que la última semana obtuvo una nueva derrota en el campo diplomático, cuando la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) visitó el país para reunirse con todos los actores, tras lo cual condenó la violencia y respaldó el proceso de diálogo convocado por Maduro.
Recordemos que la Conferencia Nacional por la Paz se inició a fines de febrero con la asistencia de diferentes sectores sociales, incluyendo a grandes empresarios, además de alcaldes y gobernadores de derecha, aunque hasta ahora sin el aval de los sectores más violentos de la oposición, quienes ante los cancilleres no tuvieron otra alternativa que prometer su próxima asistencia. El puente de plata lo brindó la propuesta de que el diálogo se realice en presencia de una comisión de cancilleres -de Brasil, Ecuador y Colombia-, condición que fue inmediatamente aceptada por Maduro. “Unasur no va a permitir ninguna aventura antidemocrática”, aseguró el canciller de Bolivia, David Choquehuanca, al cierre de la visita.
La manipulación informativa es hoy por hoy el único sostén para que EE.UU. continúe amenazando a Venezuela. Así, nuevamente apareció en escena la secretaria de Estado Adjunta para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson para decir que “en Venezuela no existe espacio democrático para la oposición”, cuando en la realidad se trata de un país en el que todas las instituciones funcionan plenamente y justamente, están defendiendo la decisión colectiva, que surge del voto y de la más amplia participación popular.
Crece el rechazo al intento de golpe
El discurso legitimador del golpe todavía es hegemónico a nivel internacional, pero en el terreno -y cada vez más- lo desmienten todos los indicadores. No sólo por las gigantescas movilizaciones populares que esos mismos medios se han encargado de invisibilizar, sino por las encuestas, que confirman el fuerte rechazo a la intentona de ultraderecha.
De acuerdo a sondeos de las consultoras Hinterlaces e International Consulting Services, la Conferencia de Paz tiene un apoyo del 68% de los encuestados y al menos el 87% de la población repudia las acciones violentas. La contracara es que sólo el 11% apoya la campaña #LaSalida, que hoy no encuentra padres ni madres que se hagan cargo de haberla convocado.
Mientras tanto, la mayoría del pueblo continúa respaldando al gobierno en la calle de forma permanente. Las últimas movilizaciones masivas, el sábado 29 de marzo, fueron convocadas por el Movimiento de Pobladoras y Pobladores, por un lado y por más de 80 movimientos ecologistas, por el otro. Ambas recorrieron el centro de Caracas, hasta llegar a Miraflores con miles de personas. El día anterior, los estudiantes de los liceos públicos se habían encontrado a dialogar con Maduro en el Poliedro de Caracas, apoyando la democracia y mostrando nuevamente que la mayor parte de la juventud -en particular en los barrios populares- está decididamente a favor de la Revolución Bolivariana.
El presidente recordó estas y otras actividades el domingo, a través de su cuenta en Twitter, @NicolasMaduro. “Esta semana tuvimos grandes eventos de consolidación del Gobierno de Calle y de las fuerzas de la revolución, siempre con el pueblo al frente”, escribió, para luego repasar las acciones día por día y terminar prometiendo “victorias y más victorias, paz y más paz para seguir teniendo Patria y consolidando la Revolución”.
Fernando Vicente Prieto, desde Caracas – @FVicentePrieto
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