BAUEN: habló el abogado del desalojo

Este lunes el abogado de la empresa Mercoteles, que fue definida por la Justicia como la dueña del hotel BAUEN, hizo declaraciones radiales donde explicó porque la familia Iurcovich que quebró el establecimiento en 2001 ahora merece recuperarlo.

Gerardo Palomero es el abogado y la voz de los empresarios que, gracias a los favores judiciales y luego de más de una década de abandono, ahora van por la restitución del hotel BAUEN de Buenos Aires.

La semana pasada se publicó un edicto de la jueza Paula María Hualde, del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 9, que disponía el desalojo del hotel en un plazo de 30 días para entregarlo a sus presuntos dueños. Como informó Notas, este hotel fue a la quiebra en el año 2001 y luego recuperado por sus trabajadores que, mediante una cooperativa, lo pusieron nuevamente a funcionar y así lo han sostenido desde entonces.

En declaraciones al programa Mañana Sylvestre de Radio del Plata Palomero comentó: “Instancias judiciales ya no quedan, el plazo es de 30 días a partir de la publicación de la restitución que fue la semana pasada. Esos 30 días son hábiles por lo que estamos hablando de mediados de mayo” como fecha definitiva, según la Justicia, para la restitución del hotel.

De todas formas el abogado fue precavido: “Suponemos por cosas que se han estado publicando por parte de la cooperativa y entrevistas que la idea no es entregarlo pacíficamente, sino plantear la discusión incluso en la arena política”. Aunque aclaró al respecto que “salió una solicitada de la empresa el día domingo en el periódico Perfil donde se le ofrece a todos los miembros de la cooperativa mantener sus puestos de trabajo”.

Esto se da, según Palomero, acorde a la ley 1914 del gobierno de la Ciudad “que instaba en su momento a la restitución del edificio a sus propietarios manteniendo las fuentes de trabajo. Esto significa todo el personal en blanco obviamente, sueldos de convenio, etcétera”.

El representante de Mercoteles cargó contra los trabajadores y la supuesta situación precaria del hotel. “El BAUEN hace por lo menos 8 años que no tiene habilitación y pesan sobre él una serie de clausuras que no pueden hacerse efectivas por cuestiones de fuerza. Es un edificio construido para el Mundial de 1978, tiene 36 años, hoy es inhabilitable. Hay que hacer una muy fuerte inversión que estamos dispuestos a realizarla”, dijo.

Finalmente, en una planteo elíptico, intentó desligarse de responsabilidades sobre la quiebra de la empresa: “Acá hay un error conceptual. Mucha gente dice que el BAUEN quebró, esto nunca pasó, ni siquiera se concursó. Hubo una firma chilena (el grupo Solari) interesada en la compra, empezó a pagar en cuotas pero sin llegar ni siquiera el 30% para firmar un boleto de compra. Como aparentemente se quedó sin recursos en este camino intento concursarse para licuar sus pasivos”.

En ese sentido remarcó que “la que quebró fue la firma chilena, BAUEN nunca quebró. El inmueble no es un activo de la quiebra”. Esto justificaría, según el abogado, la restitución de un hotel que misteriosamente dejó de funcionar en 2001 aunque sus dueños nunca tuvieron inconvenientes económicos.