Derechos Humanos

25 marzo, 2014

Si no tenemos memoria, no tenemos futuro

Exclusiva crónica de las actividades de conmemoración del 38° aniversario del golpe militar de 1976 en la ciudad de Córdoba. Masividad, colorido y finales diferenciados entre la marcha oficialista y la opositora.

Exclusiva crónica de las actividades de conmemoración del 38° aniversario del golpe militar de 1976 en la ciudad de Córdoba. Masividad, colorido y finales diferenciados entre la marcha oficialista y la opositora.

 

Marchando. Siempre el 24 de Marzo en la docta nos encuentra marchando, jamás pasa desapercibido, jamás el feriado se transita con silencio dominical. Siempre hay cita. La de éste año era en Colón y Cañada, emblemática esquina de lucha. Desde siempre, memoria y tradición.

18 hs. Una onda vibratoria que comienza a sentirse desde lejos cada vez más cerca, son los bombos y los ritmos de los cánticos que son de distintas banderas pero se tararean igual. Un grupo de percusionistas nos da la bienvenida a esa esquina tan especial, mujeres y varones sonriendo y tocando el cajón y con alegría llevando colgadas cada una de sus consignas para éste 38° “Nunca más”.

Incalculable la cantidad de ciudadanos que están allí, los colores de las banderas y sus diversos tamaños, las flores rojas, en el pelo, en el ojal, enganchadas, de tela, de hilo, de papel, grandes y pequeñas: 30 mil flores.

Encabezaban la movilización La Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos y detrás Unidos y Organizados rememorando el golpe cívico y militar y portando consignas como “Por una Latinoamérica unida en democracia popular”, “Democracia o corporaciones”, “Nulidad de las normas represivas para perseguir a los jóvenes en Córdoba”.

Por detrás de las organizaciones y partidos oficialistas marchaban firmes las organizaciones y partidos de la Izquierda popular cantando y alentando por muchas consignas, arrancadas de las entrañas de los barrios y las marginalidades. Se veían en carteles, en banderas, en el cuerpo y en las intervenciones de todos ellos. Aparecieron muchos muertos y desaparecidos en democracia, muchos debido a la represión del estado policial que gobierna Córdoba hace años, otras muchas desaparecidas en redes de trata de personas y olvidadas allí.

Walter Bulacio, Raúl Tellchea, Jorge Reyna, Facundo Rivera Alegre, Maximiliano Kosteki, Marita Verón, Yamila Cuello, Pili Mercado, Florencia Penacci, María Cash, Natalia Ciccioli, y muchos otras personas a quienes les robaron la vida luchando, como a Carlos Fuentealba, Mariano Ferreyra, Miguel Sánchez y Angel Dante Marchi.

Nombres que se llevan con la misma convicción con las que se llevan las luchas de cada uno de ellos. Pero las luchas son más, se multiplican permanentemente, a cada injusticia. Este año encabezaron los reclamos al gobierno nacional consignas como: Fuera Milani, aborto legal en el hospital, no al proyecto x, absolución a los petroleros de Las Heras y basta de represión. Y no faltaron los reclamos con tonada cordobesa: Por una salud pública gratuita y eficiente, tierra para la vida digna, abajo el código de faltas, Monsanto mata y muchas otras.

La marcha multitudinaria tuvo varios finales, los oficialistas culminaron en plaza ex Vélez Sarsfield, frente al Patio Olmos y sin demasiada alusión bajaron las banderas y comenzaron a dispersarse. Más atrás la columna de la Izquierda se desvió hacia la plaza San Martin, epicentro de la ciudad. Con las banderas bien altas donde se leyó un discurso consensuado entre más de 300 agrupaciones con motivos para seguir recordando y construyendo presente.

La memoria que no se deja domesticar

Los 38 años del golpe cívico eclesiástico militar encuentran a la Izquierda Popular comprometida con las luchas populares y obreras del presente. En el discurso leído por las agrupaciones presentes se dejó en claro que aún la sociedad sigue luchando contra la represión y denuncian a Milani de genocida, exigiendo su destitución. Las organizaciones presentes repudian el discurso presidencial del 1 de Marzo, en el que Cristina Fernández de Kirchner manda a reglamentar el derecho del pueblo a manifestarse y festeja el fallo contra los trabajadores petroleros de Las Heras.

Conmemoran los 10 años de la reapertura de las causas contra los represores. Pero sus memorias no se dejan estafar, en el discurso denuncian que sólo se ha llevado a juicio al treinta por ciento de los represores, que son más de dos mil procesados en 2003 y que al día de hoy fueron condenados 468 de ellos, sesenta absueltos y seis de ellos murieron antes de escuchar la condena.

Con esto la izquierda acusa el atraso y el entorpecimiento del juzgamiento, a los represores que aún siguen prófugos y exige la apertura de los archivos de la dictadura y la restitución de la identidad de más de 400 hijos de compañeros desaparecidos. El Encuentro Memoria, Verdad y Justicia finalizó la marcha pidiendo justicia por los pibes de cromañon, por Mariano Ferreyra, por las víctimas de la tragedia de Once y por los pibes víctimas del gatillo fácil, honrando así a la memoria rebelde, esa que no se deja domesticar.

 

Lucia Weller – @luciaweller

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