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24 abril, 2018

Aborto Legal: “Es muy raro tener que explicar por qué decido sobre mi autonomía”

Marianela Meneghetti, psicóloga especializada en salud sexual y reproductiva, conversó con “Insurgentes” por Radio Sur 88.3 sobre el debate que se está dando en el Congreso por la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo e identificó tres ejes presentes en las diferentes exposiciones: el concepto de vida, de cuerpo y la autonomía.

Marianela Meneghetti, psicóloga especializada en salud sexual y reproductiva, conversó con “Insurgentes” por Radio Sur 88.3 sobre el debate que se está dando en el Congreso por la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo e identificó tres ejes presentes en las diferentes exposiciones: el concepto de vida, de cuerpo y la autonomía.

– «No deseaba dar mi cuerpo al orden simbólico de la maternidad por imposición», es uno de los argumentos que expuso Muriel Santa Ana en el Congreso la semana pasada. Ella es actriz y formó parte de la exposiciones donde se debate la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo. ¿Cómo podemos abordar este otro enfoque que logró darle al debate?

– En estas dos semanas de debate en el Congreso, necesitábamos una voz en primera persona que pudiera contar la experiencia de haber atravesado esa situación de interrupción. Vale la pena ver los debates completos, de quienes defienden el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo como de quines no lo hacen. Porque da la posibilidad de escuchar desde diferentes ámbitos las múltiples aristas que tiene esta situación.

Podemos resumir algunas de las intervenciones que a mi entender fueron muy lúcidas. De más está aclarar que todos y todas las que expusieron lo hicieron con una claridad y una formación que da orgullo saber que hay gente tan formada, trabajando y poniendo el cuerpo en esta temática. Y desde el lado contrario da mucha preocupación saber que esa gente atiende en hospitales públicos y obstaculiza los derechos de las mujeres.

– ¿Cuáles son los conceptos claves que aparecieron en las exposiciones?

– Podemos destacar tres ejes: el concepto de vida, la autonomía y el cuerpo. Mueriel Santa Ana en un momento de su relato pregunta a quienes están ahí ¿Qué significa para ustedes una mujer muerta? y menciona que seguir sosteniendo una ley como la que tenemos implica sostener la industria del aborto clandestino.

Tomando el eje de la palabra vida, la escritora Clara Piñeiro mencionaba algo en relación a que muchas veces se escucha que son los «pro vida» quienes están en contra de la despenalización y la legalización del aborto. Ella dice «no nos roben esta palabra desde el otro lado», estamos defendiendo la misma vida, quizás con diferentes concepciones y pre conceptos pero no hay una cultura de la muerte, ni de asesinato, ni mucho menos. Sino pensar en la vida y en la autonomía de esos cuerpos con capacidad de gestar.

En este sentido, retomando el término autonomía, el filósofo Darío Sztajnszrajber, habla de que es un debate político y no metafísico sobre las concepciones que cada cual tiene de este tema. «El error es buscar una única verdad», dice pero, sin esta depenalización se condena a las mujeres, a las personas con capacidad de gestar a una ciudadanía de segunda. Esta intervención me pareció muy interesante porque no somos un receptáculo reproductivo, como él menciona.

Dora Barrancos, historiadora, feminista, de la rama de la sociología, fue una de las únicas que pudo ponderar el derecho al placer y al disfrute sexual como derecho humano y a poder diferenciar y separar lo que es la reproducción del placer sexual, que eso parece que es lo que más nos condena a las personas cuando no queremos maternar.

– Retomando esto que mencionas vos de las personas que no queremos maternar, uno de los comentarios que aparecen frecuentemente es el del “deber de la mujer de ser madre, el mandandato”.

– Es interesante citar una de las frases que utilizó Martha Rosenberg, ella es una de las pioneras en la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, y dice en un momento: «El embarazo presidido por el no, eso es el hecho traumático». El no querer ese embarazo, no aceptarlo, no planificarlo, transitar eso es lo traumático. Ella mencionó algo que circuló mucho en el debate, básicamente nadie discute cuando hay vida y cuando no, pero la única persona que tiene el rol de dar el papel humanizador que da origen a la vida humana es la mujer.

Esto es clave: hay un cuerpo biológico, eso es un requisito, hay un embrión que no es sujeto. Ese sujeto y ese papel humanizador lo da la mujer cuando quiere ser madre y gestar, anhelar y crear en ese deseo la posibilidad de un hijo o de una hija. Y también retomando a Pablo Dalmaso, enfermero de Rosario, en una de las respuestas que da una vez finalizado el debate, dice: «Lo que nos molesta y nos cuesta aceptar es la autonomía». El habla de una herida epistemológica, este poder que tienen las personas con capacidad de gestar en poder decidir. «Nos cuesta no tutelar, reconocer que hay un otro con deseos y posibilidades de decidir», sostenía Dalmaso.

En relación a la objeción de conciencia, que es un eje que es probable que se aborde en lo que se viene en este debate, él mencionaba: «Trabajamos a conciencia quienes garantizamos esta práctica, la objeción es una excepción».

Desde el lado de la salud mental, Andrea Berra tomaba sus experiencias en un Centro de Salud porteño, habla de lo angustiante, lo desesperante y las ideas que pueden poner en riesgo la vida de esa mujer cuando enfrenta un embarazo no planificado o no aceptado. «La única que puede darle el significado de por qué aborta es esa mujer», dice. Y ahí me parece oportuno sumarlo a lo que traía Pablo Dalmaso en que cuesta aceptar que la mujer pueda decidir sobre su cuerpo.

– Sobre todo que pueda decidir no ser madre. Porque no hay objeción cuando una mujer quiere hacerse una cirujia plástica, cuando quiere intervenir sobre su cuerpo para ajustarse a un estereotipo. Sin embargo cuando una mujer no quiere ser madre y decide no hacerlo ahí tenemos que salir a las calles.

– Si, y arriesgar la vida. Y exponerse a un montón de consecuencias por no acceder a esta práctica que puede ser realizada en un lugar seguro, con bajo riesgo, como lo es en otros países del mundo.

Tomar el relato de Muriel y esta pregunta que se hace «¿Qué significa para ustedes unas mujer muerta?», es fuerte. Evidentemente para muchos es unicamente esa mujer o ese cuerpo con capacidad de gestar como el receptáculo reproductor. Parece que cuesta y a veces parece increíble que estemos debatiendo esto, es muy raro tener que explicar por qué decido sobre mi autonomía, sobre mi supuesta autonomía. Por un lado lo celebro pero por otro lado, me pasó lo mismo con la ley de erradicación de violencia, que tenga que existir una ley para que no seamos ciudadanos de segunda es para pensar.

Foto: Bárbara Leiva

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