9 abril, 2018
Lula: “Voy a volver más fuerte”
Acompañado por miles de simpatizantes y luego de un emotivo discurso de casi una hora, Luiz Inácio Lula da Silva se entregó a la Policía Federal el sábado y fue trasladado a Curitiba, sur de Brasil, donde pasó sus dos primeras noches en una celda de la Superintendencia de la fuerza de seguridad.
Acompañado por miles de simpatizantes y luego de un emotivo discurso de casi una hora, Luiz Inácio Lula da Silva se entregó a la Policía Federal el sábado y fue trasladado a Curitiba, sur de Brasil, donde pasó sus dos primeras noches en una celda de la Superintendencia de la fuerza de seguridad.
«Lula está bien, llegó bien a su lugar de detención y vamos a instalar una resistencia cívica, una vigilia cívica para que salga rápidamente de prisión, de esta situación de prisión política», había comunicado la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann.
El ex mandatario brasileño y primero en las encuestas para la presidencia había desafiado horas antes a que el juez Sergio Moro le presentara las pruebas para la sentencia de 12 años y un mes en que quedó su causa luego de pasar por un tribunal de segunda instancia.
«Mi crimen fue llevar a los pobres a la universidad, que puedan comer carne, comprarse un auto, ir en avión. Si ese es el crimen que cometí, voy a continuar siendo un criminal en este país, porque voy a hacer mucho más”, dijo Lula en medio de aplausos y vitoreos en la sede del Sindicato de Obreros Metalúrgicos en Sao Bernardo do Campo.
En una cobertura total de medios de comunicación, segundo a segundo se palpitaba la incertidumbre de qué podría llegar a pasar. Estaba claro que la Policía no iría a buscarlo, tal como habían anunciado sus fuentes, para evitar disturbios con los manifestantes que brindaban su apoyo al ex presidente en la sede de los metalúrgicos.
Pasadas las cinco de la tarde del viernes, varios canales de televisión anunciaban el “desacato” del dirigente del PT que desafiaba con no entregarse mientras paralelamente sus abogados negociaban las condiciones de dicha entrega, a pesar de que la Justicia brasileña ya había anunciado que no iba a ser considerado prófugo.
Lula quería evitar la foto de su detención y por el contrario preparar un escenario repleto de personas que resistían a su encarcelamiento. Antes de entregarse declaró: “Voy a volver más fuerte”.
En su discurso habló de su máximo contrincante en la arena política que es el grupo mediáico O Globo, y dijo que esperaba “orgasmos múltiples” ya que “el deseo de tener mi foto preso es la única explicación que hay, porque todavía hay recursos (pendientes) que vamos a presentar”.
“El decreto de detención dado por Moro es porque yo soy el sueño de su consumo, toda esta payasada que él y O Globo hacen todos los días necesitaba que yo fuera preso”, apuntó Lula y agregó que el juez del Lava Jato lo sentenció a 9 años de prisión por subordinación a la cadena televisiva, que es «la que manda».
La defensa del ex presidente espera que el Supremo Tribunal Federal aborde el miércoles próximo acciones que cuestionan la jurisprudencia que indica que con fallo de cámara de segunda instancia un condenado debe ser detenido.
Será una gran incertidumbre lo que ocurra en adelante con la situación judicial, pero mientras tanto continúan las manifestaciones en todo el país en su defensa. El PT comenzó una vigilia frente a la Superintendencia de Curitiba que fue reprimida por la policía, con gases lacrimógenos y balas de goma, dejando un saldo de nueve heridos.
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