Mundo Gremial

4 julio, 2017

Canillitas: «La institución la pueden tener ellos, pero el sindicato es nuestro»

Este lunes la Justicia ordenó la intervención del Sindicato de Canillitas y el allanamiento de su sede. Notas dialogó con Jonás Cohan, responsable del sindicato en la zona norte del conurbano bonaerense que denunció que se trata de «un avance de Clarín sobre todos los sectores que necesita controlar, en particular del movimiento obrero».

Este lunes la Justicia ordenó la intervención del Sindicato de Canillitas dirigido por Omar Plaini, y el allanamiento de su sede. Notas dialogó con Jonás Cohan, responsable del sindicato en la zona norte del conurbano bonaerense (San Martín, Tres de Febrero y General Sarmiento).

– ¿Cómo vivieron la intervención al sindicato?

– Más allá de la angustia y el malestar que provocan este tipo de cosas, no resistió mucho análisis para nosotros la situación. El motivo por el cual se hizo el allanamiento y se desplazó a toda la comisión directiva del gremio es por una denuncia en el fuero laboral por las  elecciones de 2013. Una de las listas opositoras hizo una impugnación.

En su momento eso se había resuelto. Ahora aparece ese mismo caso en un fuero penal y para nosotros es muy claro el significado: más allá del tema legal específico, es el avance de Clarín sobre todos los sectores que necesita controlar, en particular del movimiento obrero. No es contra Canillitas. Somos sus empleados directos, pero todo esto es representativo para los laburantes en general.

No es casual que sea en la misma semana que el Grupo Clarín pasa a controlar más del 50% de todo el espectro comunicacional a nivel nacional (internet, diarios y telefonía). Ni tampoco que avance contra un sindicato que sale a jugar decididamente en oposición a Clarín y un gobierno de patronales.

– Es parte de una estrategia patronal, entonces…

– El día que fue el acto de Cristina en Arsenal, esa misma noche 500 trabajadores de Pepsico se quedan en la calle. No es una cuestión azarosa. A cada pasito que vos des te van a asestar golpes estos tipos.

Ahora, más allá del procedimiento irregular de este lunes, a nosotros nos muestra la debilidad que ellos tienen. En su momento los tipos lo que hacían era meterse en los sindicatos. Y los sindicatos se convertían en herramientas funcionales a las necesidades de los patrones. Lo que vemos que pasa ahora es que ya no pueden seguir con lo mismo, los laburantes no están dispuestos a ser furgón de cola de estos tipos. Y ellos pierden el control de esas relaciones, entonces tienen que ir a fondo.

Lo vimos en los ’90. Compañeros que venían de la CGT de los Argentinos y de procesos de lucha, terminaron metidos adentro. Como Pedraza, por ejemplo. Así te hacían pelota. Ahora con esas ideas no les va más bien con el pueblo. Entonces cada vez más se tienen que valer de la coerción.

Eso nos deja a los laburantes mejor parados para la lucha. No estoy diciendo que “cuanto peor, mejor”. Sino que se ve la debilidad que tienen, es decir, que tienen que ir cada vez más a fondo. Y cada vez es más fácil discutir con los compañeros que no hay posibilidades de ir a punto medio con estos muchachos.

“Hacemos un paro, negociamos, acordamos”, no va más esa movida. Lo venimos diciendo hace 20 años y ahora aparecen bases materiales cada vez más sólidas que explican que ellos no tienen tiempo para sentarse a negociar. Que tienen que ir a fondo en contra tuya. Y eso nos esclarece un montón que tipo de organización se requiere.

No quiero que suene a algo positivo, es una catástrofe. Porque no es que tenemos resuelto eso, pero plantea la necesidad de dar el debate. Nos damos cuenta qué organización no nos representa más. El sindicato por rama, por industria, no nos va más eso. Y no por ser Canillitas, en general. No hay gremio que no pueda estar sujeto a estas mismas tensiones. Esto deja el camino libre para construir lo nuevo. Ahora hay que salir y hacerlo, sino es puro “bla bla”.

Asestaron un golpe muy fuerte. No hay institucionalidad más representativa para el obrero que los sindicatos. Es un golpe fuerte pero los agarra muy débiles para sostener ideológicamente su posición. Entonces la primera reacción es una calentura impresionante por parte de los canillas.

– ¿Cómo sigue ahora este conflicto?

– El miércoles a las 15 hay una asamblea que va a ser multitudinaria. Hay cinco mil kioscos de diarios y se calcula que en cada uno trabajan dos canillitas, así que somos 10 mil. Para un gremio bastante chico como el nuestro la asamblea va a ser grande.

Y a eso hay que sumarle que, en este análisis que hacemos de por qué se da la intervención, no es un problema sindical con canillitas, entonces la convocatoria en la asamblea no es solamente para los afiliados ni para el gremio, sino que convocamos a todas las organizaciones del campo nacional y popular. Organizaciones sindicales, políticas y sociales a participar. No porque necesitamos la solidaridad como si fuera una palmada en la espalda, sino porque lo que está pasando nos compete a todos. Va a estar en el centro obviamente la intervención, pero la discusión va en torno al golpe que le asestan a los trabajadores en general.

– ¿Y tienen planificada alguna otra medida?

– Por ahora no puedo anticipar nada. Sí sabemos el estado de ánimo de los compañeros, porque la discusión entre los canillas es permanente, no sólo cuando hay asamblea, pero por el momento no tenemos planificadas otras acciones. Esto nos tomó muy por sorpresa.

– ¿En el plano judicial qué pasos están dando?

Ahí se van a dar todos los pasos que haya que dar. A nosotros la lección que nos deja es que es cada vez más claro que las leyes son relaciones de fuerza entre clases que se oponen entre sí. Y expresan los intereses de la clase que domina a la otra. Entonces sí, apelamos, todo. Pero las leyes son de ellos.

La ley es de ellos, la institución la pueden tener ellos, pero el sindicato es nuestro. Esta cosa que tenemos los gremios de la institucionalidad, el reconocimiento en el Ministerio de Trabajo, etc… nosotros vamos a salir a pelear igual.

Tenemos muchos antecedentes con eso. Nuestra actividad la regula Perón en 1946. A partir de entonces tuvimos una legislación que nos convertía en trabajadores dependientes del Ministerio de Trabajo. El gremio nuestro siempre estuvo muy vinculado al proceso de lucha del peronismo. De hecho en la expropiación del diario La Prensa por parte de Perón uno de los asesores e impulsores de eso era el fundador de nuestro sindicato, Napoleón Sollazzo.

Después fue el gremio que todas las dictaduras intervenían porque siempre estuvimos del lado de enfrente de Clarín, por más que las direcciones del sindicato no necesariamente hayan sido siempre contrarias.

A medida que Clarín se fue agrandando más eso se fue agudizando. En 2001 nos baja el 20% de nuestro salario y nos desregula la actividad en un decreto acordado con Fernando De la Rúa y Domingo Cavallo. Nosotros apelamos, hicimos una misa en la Catedral, hicimos un paro, todas las cosas que cualquier sindicato puede hacer y las perdimos todas. Yo se que al “boga” lo necesito, pero mi fuerza radica en la construcción con los compañeros.

Julia de Titto – @julitadt

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