Cultura

13 abril, 2017

¿El camino del INCAA?: renunció Alejandro Cacetta

La noticia del desplazamiento de Alejandro Cacetta de la cabeza del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales este último miércoles tomó a la industria cinematográfica por sorpresa. Designado en diciembre de 2015 debió dejar su puesto luego de que se lo comunicara el ministro de Cultura, Pablo Avelluto, encomendado por el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana.

La noticia del desplazamiento de Alejandro Cacetta de la cabeza del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) este último miércoles tomó a la industria cinematográfica por sorpresa. Designado en diciembre de 2015 en lugar de Lucrecia Cardoso, debió dejar su puesto luego de que se lo comunicara el ministro de Cultura, Pablo Avelluto, encomendado por el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana.

No alcanzó con sostener los fondos de fomento que otorga históricamente el INCAA ni su intento de federalización del cine a través de la flamante multi-plataforma Cine.Ar, lanzada hace poco menos de dos semanas. Poco sirvió lo protegido de la anterior gestión y lo hecho en la propia contra un informe de dudosa calidad del programa conducido por Alejandro Fantino -acompañado en la entrega del martes por Eduardo Feinmann y Margarita Stolbizer-, Animales Sueltos.

Sucede que, el día anterior a la renuncia obligada de Cacetta por parte del gobierno, se presentaron una serie de denuncias impulsadas desde el propio programa contra el presidente del organismo responsable de financiar la obra cinematográfica argentina. En el documento periodístico, lleno de imprecisiones -de confundir al propio Cacetta en las fotos a mezclar fondos destinados a tal o cual proyecto-, se lo acusa de malversar dinero y no haber desplazado funcionarios por el sólo hecho de provenir del kirchnerismo.

El comunicado del Ministerio de Cultura sostiene que la intención de correr a Cacetta del cargo debido se debió a que se interponía con “la necesidad de acelerar y profundizar todos los procesos de mejora administrativa en el INCAA”. Aún así, reconoce el compromiso del productor con su gestión y destaca la “implementación del nuevo Plan de Fomento para la industria audiovisual”. De ninguna forma el escueto documento resalta que tal implementación no es otra cosa que la continuidad de los planes de fomentos de la anterior gestión, a cargo de Lucrecia Cardoso, así como tampoco describe ningún logro reciente del Instituto, como lo es Cine.Ar.

Breve historia de una gestión

Alejandro Cacetta llegó a la cartera a cargo del cine argentino en diciembre de 2015. Luego de casi un primer mes del nuevo gobierno con un Instituto acéfalo (Cardoso renunció el mismo día que Cristina Fernández dejó la presidencia), el histórico productor de Patagonik Group tomó el timón del INCAA.

En un primer momento era incierto el rumbo. Sin ningún rol estatal previo, inquietaba su discurso encallado en una abstracta intención de modernizar el cine autóctono y empujarlo hacia el público masivo. Los temores se acrecentaban a medida que el tiempo transcurría y los fondos de fomento que años anteriores se daban en los primeros meses del año tardaban en aparecer. Una vez otorgadas las fechas de los concursos y establecidos los plazos de financiación, las aguas se calmaron. La medida que más revuelo levantó fue el aumento del precio de las entradas del histórico Cine Gaumont, de 8 a 30 pesos.

¿Qué viene después de la renuncia?

Las repercusiones del desplazamiento no tardaron en caer. La Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica (CAIC) destacó que “renunciar por mail al sitio que corresponde en el Consejo Asesor, pareciera ser producto de un impulso deliberado e irresponsable, que merece ser revisado, muy especialmente tratándose de una entidad que vela por los derechos de autor de los directores de cine de nuestro país”. Por su parte la Asociación de Productores Independientes de Medios Audiovisuales (APIMA) sostuvo la necesidad de respetar al Consejo Asesor del organismo, instancia responsable del desplazamiento y la asignación de las autoridades al frente del Instituto.

Cabe recordar que el INCAA es un ente autárquico, por lo que la sola intromisión del Ejecutivo en el renunciamiento de Cacetta puede ser tomado como una ofensa a dicha autarquía.

A lo largo de su corta gestión, Cacetta intentó mantenerse al costado de la polarización planteada por Cambiemos entre su gestión y la del kirchnerismo. En un primer momento respaldado por el referente del PRO en la cultura Juan José Campanella, siempre que se le preguntó por la gestión de Cardoso, el productor mostró una intención de continuar con las políticas llevadas a cabo por la ex-cabeza del organismo.

Tal postura y su negativa desplazar funcionarios del INCAA por provenir del kirchnerismo le costaron críticas por parte del oficialismo, plasmadas en el informe televisivo del último martes. Allí se lo acusa de malversación de fondos y fraude al Estado. Entre las denuncias figuran supuestos gastos por ocho millones de dólares en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC) supuestamente nunca usados. La realidad es que el edificio de la principal escuela de cine del país tuvo una remodelación este último año.

La última avanzada de Cacetta al frente del Instituto fue la unificación de todos los espacios, pantallas y señales de difusión del INCAA bajo la marca Cine.Ar. Además de generar una señal HD al entonces canal INCAA TV, permitía acceder vía streaming a los estrenos nacionales por el costo de 30 pesos (valor de la entrada de cine en los Espacios CINE.ar).

Iván Soler – @vansoler

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