23 julio, 2015
Guerra Civil en Ucrania: la mirada del embajador en Argentina
A un año y tres meses de los enfrentamientos en Ucrania, la diplomacia no parece ser el camino para la resolución del conflicto y un alto al fuego definitivo. El embajador ucraniano en Buenos Aires analizó la situación en diálogo con Notas.

A un año y tres meses de los enfrentamientos en Ucrania, la diplomacia no parece ser el camino para la resolución del conflicto y un alto al fuego definitivo.
“No vamos a negociar con terroristas”, aclaró de entrada el embajador de Ucrania en Buenos Aires, Yurii Diudin, en referencia a las medidas que tomará el gobierno de su país sobre las ciudades de Donetsk y Lugansk ocupadas por milicias separatistas.
El conflicto se originó a partir de que el ex presidente Víktor Yanukóvich se negó a firmar el acuerdo de asociación con la Unión Europea (UE). Esto desencadenó una serie de protestas en las que se reclamaba la adhesión a la UE y la renuncia del mandatario.
Con la aparición del grupo político nazi-fascista, Pravy Sektor (Sector de Derecha), como fuerza de choque el conflicto se transformó en duros enfrentamientos con la policía dejando un saldo de 106 personas muertas y 1900 heridos en tres meses. Yanukóvich en conjunto con el Parlamento acordaron convocar a elecciones presidenciales anticipadas, como lo establece su Constitución. Sin embargo, el acuerdo fracasó debido a que el ex presidente fue desplazado de su cargo por la oposición y debió autoexiliarse a Rusia.
El 25 de mayo de 2014, el gobierno interino convocó finalmente a elección y Petró Poroshenko fue electo con el 55% de los votos en la primera vuelta. Diudin analizó al respecto que “el gobierno estaba corrupto, era muy difícil negociar, se necesitaban muchas coimas, el pueblo estaba cansado y negarse a firmar el acuerdo fue la gota que derramó el vaso”.
Respecto al conflicto actual, el diplomático manifestó que se pusieron en marcha distintas operaciones anti-terroristas para proteger a la población civil, combatir a los separatistas y liberar las ciudades del este. Al respecto explicó: “Estamos bombardeando las bases terroristas, donde atacan a nuestras tropas”.
No obstante, los bombardeos de artillería por parte del ejército en zonas de conflictos afectaron a la población civil directamente y fueron prioritarios antes de las incursiones. Hasta el momento las fuerzas ucranianas no han logrado contener a las milicias que se han hecho con la mitad de las provincias de Donetsk y Lugansk.
La Organización de las Naciones Unidas afirma que las bajas ascienden a más de seis mil muertos y 11 mil heridos en los enfrentamientos entre el ejército ucraniano y las fuerzas separatistas. A esto se le suman los 730 mil civiles que se encuentran refugiados en Rusia, según datos proporcionados por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
El gobierno ruso dijo estar dispuesto a dialogar con el actual presidente de Ucrania, Poroshenko, para buscar una solución al conflicto. Acerca de esto Diudin determinó: “Podemos discutir todo lo que sea necesario pero con la condición de que retiren sus tropas, sus mercenarios del país y dejen de brindar apoyo moral, financiero, logístico y armamentístico a los terroristas”.
Más allá de esta denuncia Rusia nunca ha formalizado un apoyo a las milicias de Donetsk y Lugansk, en cambio EEUU brinda apoyo tanto financiero como estratégico y componentes militares por un total de 50 millones de dólares, inclusive instrucción militar. El embajador afirmó que solo brindan suministros para el Ejército, por no tropas. Sin embargo actualmente las fuerzas de la OTAN en conjunto con destacamentos ucranianos efectuaron maniobras militares en el territorio cercano a las fronteras en conflicto.
“La otra cuestión a dialogar es que nosotros no reconocemos la anexión de Crimea, para nosotros sigue siendo una parte del territorio de Ucrania temporalmente ocupado, por lo que vamos a actuar a través de los tribunales internacionales de manera judicial para que Rusia nos devuelva Crimea, porque nos la robaron prácticamente con todo lo que tenía”, dijo el emisario ucraniano.
La República de Crimea estaba bajo jurisdicción ucraniana de manera autónoma, con su propio parlamento y constitución. En los meses posteriores a la destitución de Yanukovich, el parlamento de la península convocó a un referéndum que con el 96,7% de votos a favor consagrí la reunificación con Rusia (país al que había pertenecido hasta 1954).
Al respecto Diudin sentenció: “En ese momento de debilidad institucional en el que Ucrania necesitaba de ayuda, nosotros recibimos un golpe por la espalda de un país que se quería llamar amigo con el referéndum ilegal que terminó en la anexión de Crimea”.
Por último, en el marco económico, Rusia cortó la venta de gas a Ucrania por no haber pagado la deuda que tenía. El embajador explicó: “Lo que sucedió fue que de un día para otro nos subieron el precio al doble, teníamos el precio a 285 dólares y lo subieron a 480 dólares los mil metros cúbicos de gas. Este precio es político, porque toda Europa está comprando gas más barato que nosotros. Estamos dispuestos a comprar a un precio justo, al precio de mercado”.
El aumento fue debido a que la tarifa pactada respondía a un acuerdo firmado durante el gobierno de Yanukóvich, al caer el gobierno también lo hizo la negociación.
Augusto Morel
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